Economía: ECON-02 Brasil encara con firmeza la profundización del Mercosur
Lula propondrá una moneda común para el intercambio bilateral. Será el 2 de diciembre, cuando visite a Argentina. Cómo funcionaría.


El presidente electo de Brasil, el socialista Luiz I. Lula da Silva, vendrá el 2 de diciembre a Argentina con la propuesta de crear una moneda común entre los dos países para que en el comercio bilateral se dejen de utilizar dólares.

Las operaciones de exportaciones e importaciones agrícolas que se pacten entre argentinos y brasileños se liquidarán en esa moneda común, pero no habrá movimiento de dinero entre compradores y vendedores (esa moneda sólo será un patrón, una unidad de medida, pero no circulará como el peso y el real). Luego de realizarse la operación, las partes cobrarán o pagarán en el Banco Central que corresponda.

Por ejemplo, en una exportación argentina, el vendedor argentino cobrará pesos del Banco Central de la República Argentina al tipo de cambio que corresponda a la moneda verde en que se pactó la operación. En tanto, el comprador brasileño pagará reales al Banco Central de la República Federativa de Brasil al tipo de cambio que corresponda a esa moneda común.

En un determinado momento, los bancos centrales de los dos países, que funcionarán en la operación a modo de cámaras compensadoras, cancelarán débitos y créditos, ahí sí mediante la utilización de dólares.

Lo que se busca implementar con esto es que la compra-venta de productos agrícolas entre Argentina y Brasil se independice de las oscilaciones del dólar en la región, que ha provocado reducciones en el intercambio bilateral. Además, habrá mayor control de divisas.

Al mismo tiempo, esta idea de Lula es un claro mensaje de su intención de profundizar el Mercosur. En su primera gira, visitará a Argentina el 2 de diciembre, a Chile el 3, estará en la reunión de presidentes de Latinoamérica los días 5 y 6 en Brasilia y partirá a Washington, donde el 10 se verá con el presidente de Estados Unidos, George Walker Bush.

En etapas


La integración de países tiene varias etapas: 1) el establecimiento de preferencias arancelarias entre los países que buscan integrarse; 2) las preferencias tienden a ser del 100 % con un programa gradual y ya es zona de libre comercio; 3) entre los países integrados establecen un arancel externo común para todas las relaciones internacionales que tengan; 4) agregan libre circulación de los factores productivos; 5) crean instituciones, monedas y dictan normas comunes a las economías de los países integrantes; 6) establecen una autoridad supranacional (un presidente común).

Estados Unidos presenta las 6 etapas completas, la Unión Europea está en la quinta (tiene euro, Parlamento Europeo, Banco Central Europeo, normas comunes, pero no un presidente de todos los países) y el Mercosur atraviesa una zona indefinida (cumple, pero sólo parcialmente, las etapas 2, 3 y 4, por lo que va rumbo a un mercado común incompleto). Lula pretende que se dirija hacia la etapa 5, lentamente, a través de esa moneda común de intercambio para el sector agrícola.

El futuro gobierno brasileño asumirá el 1° de enero y ya aseguró que va a interceder ante los organismos financieros internacionales en favor de su país vecino (Argentina) y principal socio del Mercosur.

El antecedente


El antecedente directo que tiene este sistema de compensación entre bancos centrales que Lula propone para el Mercosur es el Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), suscripto entre 12 países.

En 1995, en pleno auge, los bancos centrales compensaron operaciones por U$S 14.000 millones, el 40 % del total intercambiado entre esas naciones. En 2000, el volumen de operaciones cayó a U$S 3.200 millones, el 7 % del total.