La Federación Argentina de Graduados en Nutrición alertó hoy que hay en el país ocho millones de personas que padecen enfermedades y problemas de salud por falta de hierro, y que el 40 por ciento de las embarazadas "directamente están anémicas".
Según un informe dado a conocer hoy, en la provincia del Chaco el 66 por ciento de los niños entre 6 y 24 meses tienen deficiencias de hierro, mientras que en Misiones ese índice llega al 55 por ciento, y en el Gran Buenos Aires al 48 por ciento.
Está comprobado que la deficiencia de este nutriente asociado a otras carencias en niños menores de 2 años afecta el desarrollo del sistema nervioso central, produce retardo en el crecimiento físico, disminución de la capacidad motora, alteraciones del lenguaje y de la inmunidad celular, siendo un daño irreparable en chicos anémicos.
El hierro es un mineral que estimula el desarrollo muscular y del sistema nervioso central, que se encuentra básicamente en el hígado y la carne de vaca, pollo y mariscos como camarones y calamares, las verduras de hoja verde oscuro como espinaca y brócoli, los porotos, lentejas, cereales fortificados, la yema del huevo y gran variedad de frutos secos y semillas.
Los nutricionistas resaltaron que la anemia, la falta o escasez de hierro en el organismo, deja secuelas muchas veces irreversibles, sobre todo en los niños, y la deficiencia de hierro puede ser prevenida mediante la fortificación de alimentos.
Ocho millones
De acuerdo a los últimos relevamientos nutricionales, se estima que cerca de ocho millones de argentinos padecen deficiencia de hierro como consecuencia de no ingerir en su dieta la cantidad suficiente de este nutriente esencial, y por lo menos cuatro millones sufren de anemia, por la misma razón.
Ese grupo es esencialmente conformado por embarazadas y niños, que son los grupos de mayor riesgo.
El 80 por ciento de las embarazadas padece algún grado de deficiencia de hierro, mientras que un 40 por ciento directamente esta anémica, lo que aumenta el riesgo de mortalidad materna en el parto, menor resistencia a las infecciones y peor cicatrización de las heridas, provocando además partos prematuros con niños de bajo peso.
Los estudios demuestran que la falta de hierro afecta a todos lo niveles socioeconómicos y afecta a nuestra población por lo menos desde hace dos décadas, y es probable que las condiciones alimentarias actuales y el stress que sufre la población, hayan aumentado esta tendencia. A pesar de esto, la anemia nunca fue instalada como problema de salud pública.
La dieta argentina promedio tiene una buena disponibilidad de hierro a partir del alto consumo de carnes. Sin embargo, en los niños es tardío y en escasa cantidad, y en muchas mujeres puede ser bajo, en función del nivel de ingresos de las familias.
