Internacionales: INTE-03 Ariel Sharon ganó las elecciones en Israel
Obtiene así un nuevo mandato al frente del gobierno del Estado hebreo. El Parlamento (la Knesset) se anuncia como el más a la derecha de toda la historia del país.


Jerusalén.- El Likud, la principal formación de derecha en Israel y partido de Ariel Sharon, ganó holgadamente las elecciones legislativas israelíes de este martes, lo que permitirá al saliente primer ministro obtener un nuevo mandato al frente del gobierno del Estado hebreo.

Según los primeros resultados, la Knesset (Parlamento) ya se anuncia como la más a la derecha de toda la historia del país.

El Likud obtuvo entre 32 y 36 escaños sobre un total de 120 con que cuenta el Parlamento, según los sondeos. En las elecciones de mayo de 1999, había logrado sólo 19 escaños.

En tanto, el partido Laborista, que contaba con 25 diputados en la precedente Knesset, obtuvo su peor resultado desde la creación del Estado de Israel en 1948, logrando sólo entre 17 y 19 escaños.

Detrás del Likud y los laboristas se ubicó el Shinui, un partido laico de centro, que habría obtenido entre 14 y 17 escaños, un enorme avance en relación a 1999, cuando sólo obtuvo 6 escaños.

Los partidos de derecha nacionalista, con el Likud a la cabeza, aparentemente podría sumar unas 70 bancas con las formaciones religiosas.

Por su parte, la izquierda se hunde y sólo obtendría 35 bancas, incluyendo a diez diputados de los partidos árabes.

Reacción palestina


La victoria de Sharon provocó una reacción inmediata de los palestinos, que anticiparon un agravamiento del conflicto en Medio Oriente.

El principal negociador palestino, Saeb Erakat, advirtió en declaraciones a la AFP que "la situación empeorará, el proceso de paz será suspendido de nuevo, la situación continuará deteriorándose en el terreno y se verá una escalada de la violencia militar israelí".

Pese a decirse listo a aceptar un día, en condiciones muy estrictas, la creación de un Estado palestino, Sharon colocó al cese de la violencia y el alejamiento del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, como exigencias para la reanudación de las negociaciones.

Tras el Likud, el gran ganador del escrutinio fue el Shinui, que se quiere convertir en el partido de la clase media. Sin embargo, esta fuerza no tiene definida su postura en cuanto a la solución del conflicto con los palestinos, aunque dice encarnar "un equilibrio" entre la derecha y la izquierda.

Por su parte, el partido ultraortodoxo Shass obtendría entre 9 y 13 escaños, en comparación con 17 en 1999, convirtiéndose en la cuarta formación del nuevo parlamento, delante de los ultra-nacionalistas de la Unión Nacional, que habría obtenido entre 8 y 9 escaños, avanzando en relación a los 7 que obtuvo en 1999.

En cambio, el Meretz (izquierda) caería de diez a siete diputados, llevado a su jefe, Yossi Sarid, a hablar de renuncia.

"Es una doble victoria histórica", afirmó a la primera cadena de televisión (pública) Tzahi Hanegbi, ministro saliente del Medio Ambiente y miembro de la corriente más dura del Likud.

"Nunca había sido más importante la distancia entre el Likud y el partido Laborista, y Ariel Sharon puede constituir un gobierno nacional con una mayoría de 70 diputados si los Laboristas rehúsan entrar en un gobierno de unión nacional", añadió.

Efectivamente, el Partido Laborista anunció que rehusará participar en un gobierno de unión nacional encabezado por Ariel Sharon, según su líder Amram Mitzna, quien felicitó a Sharon tras conocerse los resultados.

"Nos uniremos a la oposición para reconstituir el partido y el campo de la paz, y así convertirnos en una alternativa", afirmó el secretario general del Laborismo, Ofir Pines Paz.

En cambio, el jefe del Shinui, Yossef (Tommy) Lapid, llamó a la formación de un "gobierno de unión nacional laico" con el Likud y los laboristas.

"La primera prioridad para nosotros es la constitución de un gobierno de unión nacional con el Likud y el partido laborista", afirmó Lapid en conferencia de prensa.

Las elecciones de este martes tuvieron el porcentaje de abstención más elevado de la historia de Israel para este tipo de elecciones, ya que sólo votaron el 69% de los inscriptos, un diez por ciento menos de lo habitual. (AFP).