Internacionales: INTE-04 Temen un rebrote de violencia en Chiapas


San Juan Chamula (México).- Las autoridades de Chiapas y organizaciones sociales temen nuevos brotes de violencia y una posible ola de represión policial tras los enfrentamientos que han dejado ocho muertos y una decena de heridos.

En la región de San Juan Chamula, son frecuentes y periódicos los choques entre católicos y evangélicos por el control de tierras y el poder político en la región, que además es zona de influencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Al menos cinco personas fallecieron -dos policías, dos guías locales y un indígena evangélico- el pasado lunes, en que otras ocho resultaron heridas en un tiroteo entre agentes y habitantes de la aldea de Tres Cruces, en San Juan Chamula.

El procurador de Justicia de Chiapas, Mariano Herrán, afirmó que según las primeras investigaciones, estos hechos no se desprenden de los problemas religiosos que durante muchos años afectan la región, sino de la lucha entre grupos rivales.

La policía de Seguridad Pública explicó que unos 150 elementos de las distintas corporaciones se desplegaron en las inmediaciones de Tres Cruces para buscar a los responsables de una emboscada ocurrida el fin de semana, en la que murieron dos indígenas y dos más quedaron heridos en los enfrentamientos motivados por diferencias religiosas.

Respuesta a agresión


Los indígenas comenzaron a disparar y los efectivos tuvieron que "responder a la agresión en la que lamentablemente las cosas no salieron como uno esperaba. Murieron cuatro policías, dos de ellos de Seguridad Pública, dos guías chamulas y un atacante", según uno de los comandantes que encabezó la operación.

En la comunidad, decenas de mujeres y niños se encuentran atemorizados de que la policía regrese y denunciaron que fueron golpeados y sus casas cateadas y robadas.

Un portavoz de la comunidad, Mariano López Heredia, dijo que los policías atacaron por sorpresa: "Los hombres corrimos a las montañas. Las mujeres se quedaron para cuidar la casa y los hijos".

Según el procurador de Justicia de Chiapas, Mariano Herrán, el indígena evangélico que murió en el tiroteo tenía en su poder 128 cartuchos y un fusil AK-47. (EFE).