El flagelo de los delitos cometidos en la zona rural fue motivo del reclamo de los productores del sur de la provincia y mereció la atención del gobierno, que buscó la manera de concertar mecanismos de mutua colaboración para evitar la repetición de estos hechos.

La irrupción de delincuentes en los establecimientos rurales, para hurtar ganado menor (pollos, conejos) o mayor (vacas), granos y herramientas; sumada a la acción de piratas del asfalto, preocupa sobremanera a los productores de la zona. Incluso una asociación que los agrupa llegó ante la justicia para quejarse por la actuación de la policía.

Según las denuncias que constan en los registros policiales, el año pasado hubo en la zona sur de la provincia 60 casos de hurtos de ganado mayor y se detectaron 12 de faena clandestina. Otros 15 hechos se reparten entre el hurto de ganado menor, cereal y herramientas. Mientras tanto, en lo que va de este año, ya se registran 7 casos de hurto de ganado mayor.

El tema fue objeto de especial consideración ayer por parte del vicegobernador Marcelo Muniagurria -a cargo de la gobernación- y el ministro de Gobierno, Carlos Carranza.

En diálogo con El Litoral, Carranza asumió que la situación ha producido "un pico de tensión" en la zona rural del sur de la provincia. "Anoche dispusimos que se hiciera una reunión en Villa Amelia (una localidad rural del departamento Rosario), en la que participaron 41 productores representantes de los nucleamientos que los asocian. Estuvieron las seccionales de policía y la guardia rural y se coordinaron acciones mutuas, orientadas fundamentalmente a la prevención", expuso el ministro.

En ese sentido, Carranza mencionó el refuerzo de la presencia policial -a través de vehículos- en las rutas y caminos rurales. Y se sugirió a los colonos que traten de evitar que las instalaciones estén deshabitadas -como suele suceder fuera de los horarios de trabajo-, lo que facilita la comisión de los ilícitos.

El funcionario admitió la posibilidad de que una banda esté asolando la zona e insistió en la necesidad de extremar las medidas de prevención.

También mencionó que el próximo lunes se reunirá con representantes de la Asociación de Productores de Carne Bovina, en Rosario. Ese organismo presentó denuncias ante la justicia, en las que sostenían que muchas de las denuncias presentadas ante la policía no llegaban a los tribunales.

Carranza consideró posible que existieran "problemas de derivación", por lo que se estableció todo un sistema de controles y centralización, para evitar que se sigan produciendo.

"Se fijaron rutinas en los controles de carnicerías minoristas, y se toma contacto diario con los productores y propietarios de establecimientos agrícolo-ganaderos. También habrá un monitoreo permanente en el plano judicial. A través de la Unidad Regional II se concentrarán todas las denuncias, pedidos de ayuda y partes de recuperación, para que lleguen de manera centralizada y ordenada a la justicia", consignó.

A esto se agregará un fuerte control de operativos de faenamiento clandestino y se reforzará la actividad del Comando Radioeléctrico y las TOE (Tropas de Operaciones Especiales) en los controles de camiones en los acceso, con miras a interferir en actos de piratería.

"Éste es un tema que preocupa mucho, porque afecta a la producción y a la economía regional. Por eso, lo analizamos ayer con el vicegobernador, quien dio precisas instrucciones para que se avance en ese sentido", completó.