El presidente de la Federación de Centros Tamberos (Fecet) de la provincia, Gustavo Colombero, descalificó hoy la posibilidad de que el gobierno nacional disponga de un subsidio mensual para el sector, a los efectos de contener los precios ante la amenaza de los industriales de aplicar fuertes incrementos a partir del mes próximo.

"Oficialmente, no existe ningún anuncio; todos son comentarios. Pero suponiendo que hubiese existido esa intención, entraríamos en una flagrante contradicción con lo que nuestro país exhibe como línea de acción en el exterior; es decir, si allá nos oponemos a toda política que signifique subsidios y retenciones, no podemos estar alentando interiormente una decisión de esas características", aseguró el productor en declaraciones a El Litoral.

Colombero fue aún más enfático al momento de explicar su posición. "Aun cuando esos trascendidos llegaran a tener algún viso de realidad -sobre lo que hoy dudamos-, desde ya que no se habría adoptado el camino correcto. Hay que tener muy en claro que la solución de la lechería no pasa por subsidiar a un sector", remarcó.

Ante una consulta, insistió en explicar que un subsidio, en estos momentos, "sería contraproducente, ya que para hacerlo efectivo habría una transferencia de fondos de un sector a otro -siempre en el agro- y ello significaría un nuevo choque de intereses".

Durante el diálogo telefónico con este diario, Colombero especuló que el eventual subsidio "podría tratarse hasta de una cuestión momentánea, donde no estaría ajena la situación electoral. El temor es que si efectivamente apareciera dicho subsidio, se lograría una mejora en la expectativa de los productores y luego, cuando se lo deje sin efecto, el sector termine por agravar su situación un poco más", enfatizó.

El titular de Fecet valoró el trabajo que desde hace varios meses realizan funcionarios, productores y representantes de la industria, agrupados en la Mesa Interprovincial de Lechería, que logró fijar un mecanismo permanente para orientar todas estas cuestiones. "Nuestra posición ha sido bien explicada en la mesa: apostamos al trabajo serio que se viene realizando. Por lo tanto, no sabemos de quién pudo haber sido la iniciativa, aunque muchos sospechan que hay una fuerte presión de las principales industrias, principalmente las que tienen algún tipo de dificultad", señaló.

Colombero también desestimó la idea del subsidio "porque en algunos días más iremos a Brasil a discutir políticas de arancelamiento comunes y no sería conveniente sentar un precedente de este tipo".

"Nosotros, los productores, no queremos dádivas. Todos saben que la leche es un componente esencial de la canasta familiar, que lógicamente debe tener un valor que se debe abonar. Ahora, si se quiere mejorar la rentabilidad de algún sector, ésta no podría ser transferida como costo al consumidor", aclaró.

El dirigente de la principal entidad que agrupa a los productores lácteos de la región no dudó en señalar que "si los industriales tienen problemas, que aparezcan con nombres y apellidos y digan que necesitan una mano. Pero si hay deudas o se busca imponer una carga impositiva, ésos no son problemas de la producción", subrayó.

"En definitiva, el sector de la producción láctea no necesita ni subsidios ni retenciones sino un precio que sea justo", puntualizó.

Más adelante, Colombero volvió sobre las presiones que ejercen sobre la producción, y recordó que La Serenísima anunció un incremento del 7 por ciento en sus productos, a partir de marzo. "No hay ningún elemento que justifique una modificación de los valores actuales en góndolas, porque estos precios le permiten a las industrias abonar un precio razonable a la producción", concluyó.

La versión sobre la aplicación de un eventual subsidio a los tamberos apareció la semana pasada en un diario nacional especializado en temas económicos, pero luego fue desmentida por voceros de la propia Secretaría de Agricultura de la Nación.

El trascendido indicaba que la Nación otorgaría mensualmente unos 4 millones de pesos para subsanar la diferencia entre el precio que solicitaban los tamberos y lo que podían abonar las industrias, ya que para atender el reclamo de los primeros, los empresarios amenazaban con aumentar los precios al consumidor final.

Todos estos temas serán puestos a consideración de la Mesa Provincial de Lechería de Santa Fe, que se reunirá mañana en esta capital.

Colombero no descartó que a su finalización, el sector haga pública su postura en relación con estos temas, por medio de un comunicado.

En cuanto a los precios que recibe la producción zonal en la actualidad, el titular de Fecet indicó que en la zona oeste de la provincia, por leche de calidad, las usinas abonan entre 30 y 40 centavos el litro.

"No estamos tan lejos de los valores ideales para el momento (45/46 centavos)", apuntó.