-Craviotto, ¿es un desahogo para este plantel una victoria así después de lo que pasó el domingo pasado ante Olimpo?
-Yo no lo tomo como una revancha, a pesar de que en Santa Fe se les va la mano y la boca con algunas cosas que se dicen. Seguramente, ahora nadie va a decir que el equipo está mal físicamente, que no se trabaja y que no está entrenado, como se dijo durante la semana.
-¿Estás caliente con el periodismo?
-Con algunas personas que dijeron pavadas durante la semana. Eso es lo que me molesta, que se digan pavadas. Porque seguramente esas mismas personas no van a decir que el equipo está bien físicamente porque hoy corrió más y lo superó a Racing en todos los aspectos. Me duelen los inventos y las pavadas.
-¿Es necesario que expreses este tipo de respaldo a tu preparador físico?
-Es que yo no tengo problemas en discutir cualquier tema, pero hagámoslo científicamente, con conocimiento y no por el simple hecho de decir cualquier cosa con tal de criticar. Si alguien cree que el equipo está mal preparado físicamente, pues agarremos los libros y discutamos con propiedad. Pero es muy fácil tirar al aire cualquier concepto sin saber.
-¿Lo decís porque el equipo "rompió el Prode" con esta victoria?
-No, lo hubiese dicho igual. Lo que pasa es que el fútbol es muy exitista... Bah, en realidad el argentino es exitista y vive dándose vuelta. Nosotros, los técnicos, somos unos fenómenos cuando nuestro equipo gana y un desastre cuando pierde. Estamos sometidos a continuos vaivenes que nunca voy a entender.
-¿Por qué se le ganó a Racing?
-Porque el equipo entendió lo que pretendíamos, porque sacamos a relucir virtudes que escondimos en los últimos partidos y porque sabíamos que Racing llegaba con un poquito de cansancio y que la cancha iba a estar pesada.
-Hubo buenos rendimientos individuales, pero algunos que estuvieron a la altura de las exigencias, como Manduca y Vera.
-Exactamente. Bueno, en el caso de Vera, se lo dije varias veces: éste es el momento de pegar el salto. Y también le dije que no quiero que haga una práctica de ocho puntos y la siguiente de cuatro. Prefiero que haga todas de seis puntos.
-¿Esto te tranquiliza a la hora de encontrar recambio, como lo necesitaste hoy ante el desgarro de Humoller?
-Ojalá tuviese dieciocho o diecinueve jugadores de un mismo nivel en condiciones de jugar. Quiero conseguirlo. Hoy volvió Leo Torres, porque lo vengo siguiendo y está bien. Intentaré que pase lo mismo con Perezlindo, porque nos puede servir en determinadas circunstancias.
-¿Hay alguna explicación para decirle a la gente por qué se le gana a los grandes y se pierde con los chicos?
-Los rivales no juegan siempre de la misma manera y la pena es que nos quedan River e Independiente, nomás... Pero bueno, hablando en serio, necesitamos jugar todos los partidos igual, aunque le digo algo al hincha de Unión: hasta la última fecha esto seguirá así en la tabla de promedios.
-Se ve que algunos retos de la semana surtieron efecto...
-Tenderemos que apelar a algunas otras lecciones de psicología entonces... Fijáte que, hablando de lo individual, se lo dije a Luciano Leguizamón que se suba al tren y que no lo pierda, porque si se va, no lo agarra más. Hoy tenía muchas ganas de ponerlo en el segundo tiempo, pero no se dio.
-¿Fue el mejor partido, defensivamente hablando?
-Este es otro tema que quisiera aclarar. Cuando dije que Unión no sabe defenderse, no me referí a la línea de cuatro, sino a todo el equipo. Y quise decir que no nos servía, como táctica, defendernos ante Racing, sino salir a jugarle de igual a igual. Porque una buena defensa no es solamente la línea de cuatro, sino los otros jugadores. Hoy, por ejemplo, Islas y Giménez se corrieron todo para recuperar la pelota.
-¿Es prematuro decir si volverás a la línea de tres contra Newell's?
-Vi el partido de Newell's con Chicago, pero tengo que analizarlo mejor. Rosales se abre por derecha y Mosset, que puede volver, no es zurdo. Vamos a ver qué hacemos.
MANDUCA (6).- La más difícil fue una media vuelta de Mariano González que sacó al córner. Anduvo muy bien de arriba y transmitió seguridad.
WERNLY (5).- Cumplió. Por momentos se complicó con la subida de Arano y la aparición de Mariano González por su sector. Capria le puso una pelota estupenda en el primer tiempo, que le tapó Campagnuolo.
ORTIZ (6).- Hizo la justa, atento a los movimientos de Rueda y Milito y brindando más seguridad en el juego aéreo.
VALLI (6).- Aceptable trabajo del "Gringo", jugando con concentración y sin complicaciones. Sobria tarea.
HUMOLLER (6).- Estaba jugando bien, clausurando sin problemas su lateral, hasta que en una pelota que quitó se produjo el desgarro que lo marginó del partido.
ADRIAN GONZALEZ (7).- Fue de menor a mayor, tratando siempre de darle un buen destino a la pelota. Terminó a "todo vapor", acompañando en todas las de ataque y aprovechando las ventajas que tenía por no contar Racing con un volante que marque por ese lateral.
PRIOTTI (5).- No hacía pie en el primer tiempo, y esto hizo que llegara tarde en un par de oportunidades. Terminó la etapa amonestado y complicado. Levantó en el segundo.
RIOS (7).- Decididamente, es un jugador importante. Manejó y administró muy bien la pelota hasta que se cansó y fue reemplazado.
CAPRIA (6).- Hizo un primer tiempo muy bueno, metiendo dos pelotas de gol y mostrándose siempre como receptor. Perdió contacto con el juego a medida que transcurrió el segundo tiempo.
GIMENEZ (7).- Apretó a Amarilla y lo obligó al error en la jugada del primer gol, que fue casi toda de él. Gran movilidad y desequilibrio en el segundo tiempo, cuando arrancó por izquierda haciendo la diagonal.
ISLAS (8).- Dos goles y punto. Además, Campagnuolo le sacó una volea y falló en otra, desde excelente posición, porque le entró mordida a la pelota. El segundo gol fue muy lindo.
VERA (6).- Estaba sentado en el banco y, de repente, en cuestión de segundos, tuvo que entrar para reemplazar a Humoller. Jugó concentrado y confiado.
TORRES.- Se volcó por izquierda con la idea de tener la pelota. Hacía mucho que no jugaba, pero tuvo poco tiempo para mostrarse.
BASUALDO.- Pudo haber entrado antes, pero a Craviotto le gustó el ida y vuelta, aun asumiendo riesgos peligrosos. Cuando ingresó, el equipo se paró con dos líneas de cuatro y dos puntas.