Opinión: OPIN-06 América latina: tragedia y oportunidad


El inicio de las acciones bélicas de los EE.UU. contra Irak ya es una tragedia para la región. Somos pueblos formados en la tradición del humanismo y por ello rechazamos la guerra y nuestra América del Sur es uno de los espacios más desarmados del planeta.

Queremos y podemos ser una Zona de Paz. Por eso mismo, la tragedia es mayor pues no sólo tiene la dimensión humana de la muerte sino también del golpe terrible a la legalidad en las relaciones internacionales. Esa legalidad que es la fortaleza de los menos armados.

¿Cómo reconstruiremos esa legalidad? ¿Dónde nos debemos parar frente a la reconstrucción de un nuevo sistema de seguridad global? ¿Debe ser el objetivo de mínima de nuestros países volver a sentar a los cinco grandes en la mesa del Consejo de Seguridad y exigirles que no trasladen sus incoherencias al resto del mundo como hicieron valientemente México y Chile? ¿O será quizás la oportunidad tantas veces soñada para que los países periféricos se aseguren que su voz sea alguna vez escuchada en los asuntos que hacen a la paz y la seguridad? ¿Dónde están los aliados por el mundo para esta convocatoria? Ahora bien, aun esa utopía digna requiere aceptar que será difícil reconstruir cualquier sistema de seguridad sin incluir a los Estados Unidos, única potencia con alcance planetario.

Pero mucho más cercano y desafiante si queremos construir desde la tragedia una oportunidad, es la próxima Conferencia Especial de Seguridad de nuestro continente convocada para los días 6 al 8 de mayo en México para reformular el sistema de seguridad interamericano.

A esta reunión se llega por efecto de dos hechos: el primero fue la renuncia de México al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR-1949) anunciada como intención un día antes del 11-9 y ratificada el año pasado, y el otro es la convocatoria realizada en las dos últimas Cumbres de las Américas por los presidentes.

Ya se han conocido todas las ideas que los padres de la doctrina de la guerra preventiva tienen para la seguridad de nuestra región. En la última Conferencia de Ministros de Defensa -Santiago de Chile, noviembre de 2002-, el secretario Rumsfeld fue clarísimo y hace poco más de un mes el general Hill, jefe del comando militar que atiende a nuestra región, completó su pensamiento.

Rumsfeld habló de los "espacios sin ley" donde el terrorismo puede aprovechar para establecerse y en los que los Estados deben "cooperar" para su control. También reclamó por una fuerza naval interamericana que reemplace a la flota de países del Norte que hoy están en el Caribe tratando de impedir los movimientos de los traficantes de drogas y armas y/o los terroristas, de modo de liberarlas para tareas más importantes contra el "eje del mal".

Hill dijo en Miami, en febrero pasado, que los militares de la región deben "peticionar" ante sus autoridades civiles para que eliminen cualquier restricción legal a la participación de las FF.AA. en la lucha contra las cuatro amenazas a la seguridad en la región que enunció como: el terrorismo, el narcotráfico, la delincuencia y el lavado de dinero. Ambos coincidieron en que la oportunidad para discutir todo esto es la Conferencia de México.

Espacios sin ley, mayores riquezas


Si aceptamos la necesidad de que los EE.UU. participen en cualquier sistema de seguridad global, es obvio que no podemos ni imaginar un sistema en las Américas que los deje afuera. Sabemos también que los pretendidos "espacios sin ley" coinciden casualmente con los lugares donde están los mayores recursos naturales de la zona, el agua de la Triple Frontera, la biodiversidad del Amazonia, el petróleo de Ecuador, Colombia y Venezuela y por qué no el agua, el gas y el petróleo de nuestra Patagonia.

¿Qué convendrá entonces?, ¿reformular el gastado TIAR ahora?, ¿o procurar primero alguna negociación con los EE.UU. para que el nuevo sistema a construir no nos lleve otra vez al desastre de los 70/80 con la militarización de nuestra, de por sí, conflictiva agenda social?

¿Se puede negociar algo hoy con Bush y su pandilla -como le dicen los medios de oposición en los EE.UU.?, ¿queda algún interlocutor racional al norte del Río Grande y al sur de los grandes lagos?, ¿se puede acordar algo con Canadá? ¿Es el momento y el lugar apropiados para discutir esto en la situación actual o quizás convencer a México que deje la invitación para mejor oportunidad?

En nuestra circunstancia política, los candidatos a presidente han comenzado a comprender la necesidad de elaborar una visión estratégica que dé soporte a las propuestas de desarrollo nacional. Estas visiones que deben nacer, necesariamente, en el campo de la "propuesta al consenso" del conjunto de dirigentes, comienzan a ser usadas en la "confrontación partidaria", esto es un grave error, con pérdida de tiempo para el sembrado de soluciones políticas urgentes y sustentables.

América latina puede ofrecer al mundo una alternativa a la locura de la guerra. La afirmación "la paz es un valor estratégico", del presidente de la Comisión de Defensa de Diputados, deberá estar vigente en el mundo hasta que los hombres la transformemos en un valor universal. Latinoamérica puede ser construida como espacio de opción al mundo que hoy se insinúa. (Télam)

Lic. Luis Eduardo TibilettiVicealmirante (R) Fernando García