Opinión: OPIN-08 Las cartas entre Hemingway y Marlene Dietrich


El intercambio epistolar entre el escritor estadounidense Ernest Hemingway y la actriz alemana Marlene Dietrich forma parte desde ahora de la colección de la Biblioteca y Museo de John F. Kennedy, en Boston (Massachusetts).

La hija de la legendaria Dietrich, María Riva, entregó a la biblioteca la importante colección de 30 cartas íntimas, que incluyen telegramas y una tarjeta navideña, que estas figuras se intercambiaron entre 1949 y 1959.

Al hacer la entrega de la colección, Riva aseguró que su madre y Hemingway compartían una fuerte amistad que produjo "algunos objetos maravillosos", y explicó que decidió donarlos a ""un santuario... que sabrá protegerlos y tratarlos con el respeto que tanto merecen".

La colección, que incluye también algunos borradores de cuentos y poemas compuestos por Hemingway, fallecido en 1961, estará disponible al público en 2007, según los términos del acuerdo.

La biblioteca de John F. Kennedy ya cuenta con una amplia colección de las obras de Hemingway, incluyendo la mayor parte de sus manuscritos y correspondencia.

En al menos una de las cartas, Hemingway declaró su amor a Dietrich -idolatrada en Hollywood en la década de los años '30-, aunque éste sólo fuese platónico, según fuentes allegadas a la colección.

Peter Riva, agente literario y nieto de Dietrich, quiso minimizar los rumores de que el novelista y la actriz fueron amantes, ya que nunca se presentaron las condiciones, "porque cuando uno estaba libre, el otro no".

"Como no podían ser amantes, se convirtieron en grandes amigos", afirmó.

Patrick Hemingway, hijo del escritor, también salió a corroborar la "amistad muy cercana" que unía a ambos artistas y aplaudió la decisión de "compartir con el resto del mundo" esta colección de cartas.

Peter Riva divulgó hoy pasajes de cartas escritas en 1950, en los que Hemingway confiesa a Dietrich su fascinación "por las mujeres, la República Española y la 4a. División de Infantería".

La directora de la biblioteca, Deborah Leff, comentó que las cartas son "sobrecogedoras... porque están escritas con una belleza que muestra la tremenda intimidad entre ambos, su confianza mutua. De verdad es como si estuviesen compartiendo el alma", observó. (EFE).