Opinión: OPIN-04 El silencio de García Márquez ante las ejecuciones en Cuba


La escritora estadounidense Susan Sontag criticó a su colega colombiano Gabriel García Márquez por "guardar silencio" ante las ejecuciones registradas hace poco en Cuba, en declaraciones publicadas por la prensa de Bogotá este domingo.

"Admiro a García Márquez como un gran escritor, pero no me parece correcto que guarde silencio ante lo que está ocurriendo en Cuba", dijo Sontag al presentar en la XVI Feria Internacional del Libro de Bogotá su última novela, "En América".

Sontag recibió algunos aplausos en el recinto de la Feria de Bogotá por criticar al autor de "Cien años de soledad", considerado como el colombiano más universal y uno de los mayores escritores de la lengua española.

Previamente, la ensayista y novelista estadounidense declaró al diario bogotano El Tiempo que no está de acuerdo con los planteamientos políticos del narrador colombiano.

"Algunos escritores eligen entrar en la arena pública y no quedan bien parados. García Márquez, por ejemplo, me parece un gran escritor, pero no estoy de acuerdo con sus planteamientos políticos. Lo importante no es juzgar a los escritores por lo que dicen, sino saber que eso no necesariamente es verdad", señaló.

Sontag, considerada como una dura crítica de la política exterior del presidente estadounidense George W. Bush, añadió que no le gusta mucho la palabra "intelectual", enfatizando que muchas personas así calificadas se han conformado con el orden establecido.

"¿Quién es un intelectual, alguien que piensa, que reflexiona? No me gusta esa palabra. Existen muchos intelectuales que están conformes con lo que pasa. No creo que sea acertado pensar en ellos como una clase, sino como individuos. Lo más relevante para un intelectual es tener integridad. Ellos no son importantes por lo que dicen, sino por lo que representan", puntualizó.

García Márquez ha proclamado en varias ocasiones en público su amistad con el presidente cubano Fidel Castro, que el viernes pasado justificó las tres penas de muerte aplicadas recientemente en la isla caribeña como medidas de excepción para evitar una crisis migratoria de alcances insospechados, alegando que podría ser utilizada como pretexto para una agresión militar de Estados Unidos.

Castro explicó el proceso que llevó a la realización de un juicio sumarísimo a once secuestradores de una lancha de pasajeros el 2 de abril, cuyos tres principales protagonistas fueron condenados a muerte y fusilados, acción que provocó un fuerte rechazo internacional, entre otros del hasta hoy fiel escritor portugués José Saramago.

También a principios de abril, una ola de represión decapitó la disidencia cubana al ser condenados 75 opositores a penas que suman 1.400 años de prisión, lo que igualmente provocó la protesta de la comunidad internacional. (AFP).