Opinión: OPIN-07 Cartas a la dirección

Manos


Señores directores: En fin, cada uno trabaja con distintos mapas mentales. Sólo hay algo que no podemos discutir: todas las manos de "la Santa Fe" vienen trabajando. Mis manos desesperadas hombrearon bolsas de arena. Mis manos jóvenes alzaron a los mayores. Mis manos de niña buscaron a mamá. Mis manos místicas se acoplaron para rezar. Mis manos esperanzadas rescataron lo que pudieron para empezar de nuevo. Mis manos de baqueano remaron y te rescataron. Mis manos de cura abrieron el templo para cobijarte. Mis manos fuertes subieron muebles y sacrificios. Mis manos asustadas intentaron tapar mis ojos en una negación. Mis manos temblorosas de frío te abrigaron. Mis manos avaras acapararon lo que venía para vos. Mis manos serviciales te vacunaron. Mis manos talentosas transmitían al mundo mi dolor y tu dolor. Mis manos simples secaron tus lágrimas. Mis manos haraganas cocinaron. Mis manos adolescentes te dieron comida. Mis manos frías te abrazaron para darte calor. Mis manos ansiosas te entregaron tu mascota perdida. Mis manos de remisero desinteresado manejaron buscando tus familiares. Mis manos inquietas discaron constantemente para saber qué te pasó. Mis manos cuidadas cambiaron pañales y limpiaron escaras con tanto amor. Mis manos indiferentes tocaron tu timbre vecino para saber tus necesidades. Mis manos torpes doblaron ropa y la clasificaron para vos. Mis manos miedosas dispararon un tiro al aire. Mis manos temblorosas taparon sus oídos para no escuchar las sirenas, los aviones, los camiones y los llantos desgarradores de personas y animales. Mis manos humildes te hicieron una sopa cuando te cobijaron en mi hogar. Mis manos sin experiencia no pudieron tomar tu mano y el río te llevó. Mis manos sin fuerza llevaron tu cajón. Mis manos amigas ayudaron a limpiar tu hogar, o lo que quedó de él. Mis manos después de un mes siguen trabajando, ayudando, como las tuyas. Mis manos después de un mes siguen buscando mis parientes y amigos desaparecidos. Mis manos después de un mes siguen acopladas rezando. Mis manos buscan las tuyas Delia Nélida Aldave (Monona). Ciudad.