Rafaela (de nuestra agencia).- Hubo que tener mucha paciencia, primero se decía que llegarían a media tarde, después se hicieron las 18, comenzó a caer el domingo, se hicieron las 19 y cada vez más gente se juntaba en la plaza 25 de Mayo, frente a la explanada de la Municipalidad, para esperar a los héroes del sábado en Mendoza.

Estaba toda la familia "celeste" deambulando por el lugar, impacientes todos por ver llegar la autobomba que traía a "Cachín" y los suyos desde San Francisco por la ruta 70. "Están a cuatro cuadras" dijo Leonello Bellezze por los altoparlantes cuando faltaba poco para las ocho de la noche y se hacían interminables los últimos metros porque todo el mundo quería subirse al carro de los triunfadores.

Por fin, sobre las 20, la sirena de los bomberos se hizo sentir en el tradicional paseo rafaelino y más aún los cánticos de los propios jugadores de la hazaña: "Pobre Bicho, que va a salir segundo, ya lo sabe todo el mundo, porque el Celeste es el campeón", dedicado por supuesto a Argentinos Juniors. Y el ya histórico: "Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano de Cachín Blanco, todos la vuelta vamos a dar". Para recibir a toda garganta el "dale campeón, dale campeón" al vehículo rojo que cargaba en su techo a Zelaya, Gandín, Forestello, Klementz, Araujo, Sánchez Varela, a todos, cantando y bailando.

No hay dudas de que Atlético lleva en su nombre a Rafaela y la ciudad lo acompañó con todo el fervor posible para vivir otro día histórico además del sábado del partido. El equipo merecía el domingo de la gloria en casa.

Ni bien llegó la autobomba con el plantel frente al municipio, el intendente Ricardo Peirone, el senador Alcides Calvo, concejales y demás autoridades, junto con el presidente de Atlético, Ricardo Tettamantti, hicieron pasar a todos al tercer piso donde se encuentra el Salón Verde en el que los jugadores permanecieron contados minutos porque lo que querían era salir al balcón a seguir festejando con la gente.

Así, en el balcón, con la gente a sus pies, Lucas Bovaglio comenzó con un improvisado discurso, micrófono mediante: "Apenas llegamos aquí a Rafaela, la primera palabra que escuchamos fue "gracias', mucha gente con lágrimas en los ojos nos agradeció por todo lo que les hemos dado. Nosotros solamente respondemos expresando que hemos cumplido con nuestro deber, conseguir un sueño propio y un sueño de toda la gente. Por eso en nombre del plantel, somos nosotros los que queremos decirles gracias a ustedes, porque sabemos que hubo mucha gente que no pudo viajar, así como muchos otros llegaron hasta Mendoza. Sin el apoyo de todos, no hubiésemos podido conseguir esto. Por eso, las gracias las damos nosotros, disfruten de este momento como lo hacemos nosotros, y ojalá que este logro que tanto sacrificio nos costó conseguir, nos dure por mucho tiempo".

Luego, siguió en la lista de oradores, el director técnico Oscar "Cachín" Blanco, quien visiblemente emocionado, se tomó algunos minutos para encontrar las palabras: "Me siento muy orgulloso de poder dirigir en una institución como ésta, de poder ser el jefe de un gran grupo que realmente dejó todo en cada cancha en los dos campeonatos. Siento que éste es el mejor día de mi vida futbolística, por eso se lo quiero dedicar a mi familia y a todos ustedes que han venido hasta aquí para esperarnos".

El presidente Ricardo Tettamantti expresó su agradecimiento a todos los hinchas, a los jugadores, al cuerpo técnico, a la Subcomisión de Fútbol, a la Comisión Directiva y especialmente a la gente: "Porque gracias a todos ustedes, vamos a tener mayores logros aún".

Finalmente, el intendente Ricardo Peirone manifestó: "Queridos amigos de Rafaela, no tengo otra cosa para decirles que describir la enorme alegría que comparto con ustedes, muchas gracias al Club Atlético por poner el nombre de nuestra ciudad allí arriba, en lo más alto, donde debe estar siempre y por hacer que en estos momentos, todo rafaelino de buena fe, de buena leche, se haya convertido en hincha de Atlético y de Rafaela, para recibirlos a ustedes. Felicitaciones y vamos todos a la cancha a festejar".

Y así, con la convocatoria del intendente, la multitud que colmó las adyacencias del municipio, se trasladó inmediatamente al "Monumental de barrio Alberdi", adonde los jugadores no tardaron en llegar para dar infinidad de besos, abrazos, autógrafos y la consabida vuelta olímpica histórica en su cancha, igual que a fines de 2002 y con la fe puesta en repetirla pronto, en Primera División. Soñar, no cuesta nada, todavía.