Internacionales: INTE-04 San Pablo: gigantesco desfile gay


San Pablo. - Convertido en el mayor acontecimiento homosexual de América Latina y uno de los más concurridos del mundo, el VII Desfile del Orgullo Gay reunió a 800.000 personas según la policía y más de 1 millón según los organizadores, hoy en la metrópoli brasileña de San Pablo, en una gran fiesta de fantasía y reivindicación.

"Es la fiesta más grande de Brasil, para que el pueblo abra su mente", declaraba eufórica Andrea, una joven travesti enfundada en un minibikini de plumas naranjas.

Al menos 800.000 personas participaron del desfile, según cifras coincidentes de la Policía Militar y la Compañía de Tráfico, lo que la convierte en la tercera Parada de Orgullo Gay del mundo, tras las de San Francisco y Toronto, con un impresionante crecimiento desde su creación en 1997, cuando reunió a 2.000 personas, dijeron los organizadores.

La organización estimó en 1,3 millones de personas la participación.

Treinta carros de sonido y una bandera gigante del arcoiris, símbolo de la libertad sexual, fueron la espina dorsal de la Parada del Orgullo Gay, Lésbico, Bisexual y Transexual, que ocupó casi un km de la principal avenida financiera de la capital económica de Brasil, San Pablo, considerada por algunos la San Francisco sudamericana.

Al ritmo de modernos mixes electrónicos y animados "revivals", miles de parejas homosexuales y otros muchísimos heterosexuales desfilaron y bailaron.

Invitados célebres


La alcaldesa de San Pablo, Marta Suplicy, psicóloga y sexóloga de izquierda, y José Genoino, presidente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, fueron los más célebres invitados, considerados aliados del movimiento.

Mucha cerveza, refrescos de última generación, baile y colorido marcaron la fiesta, y la fantasía la aportaron las Drag Queens en arrebatadoras plumas de Carnaval, vestidos de novia, de princesas barrocas y étnicas, y hasta folclóricas "Carmen Miranda" con tupé de flores.

"Este es un grito de libertad, de la satisfacción de ser gay", proclamaba emocionada la Drag Queen Tatah Godoy, con tres coronas de reina sobre su peluca naranja y un minivestido sobre el corpulento cuerpo que marcaba más de cinco décadas: "Yo ya fui reina en la dictadura, cuando hasta la palabra homosexual estaba prohibida", recordó.

Además de fiesta, el desfile es una reivindicación que este año reclamó políticas homosexuales, como el reconocimiento de derechos de parejas civiles del mismo sexo.

"En siete años desde que celebramos la primera Parada de Orgullo Gay hemos ganado visibilidad, pero todavía somos tratados como ciudadanos de segunda categoría", declaró el presidente de la organizadora Asociación de Orgullo Gay, Nelson Matias Pereira.

"Este es el día de la libertad gay", proclamaba Márcia. Para ella, aunque "hoy hay más libertad, todavía es muy difícil ser lesbiana. En mi trabajo, en una escuela pública, no lo puedo reconocer aunque hace 13 años que vivo con Claudia", que la acompañaba de manos dadas en el desfile.

El evento también denunció "a la prensa que muestra a homosexuales, mujeres y negros de manera peyorativa", dijeron los organizadores.

Este año la parada consiguió un destacado patrocinador: la marca de autos Volkswagen que, a pesar de no colocar carteles en el desfile, pagó parte de los gastos después de que la Asociación de Orgullo Gay denunció un comercial que consideró peyorativo contra los homosexuales, explicó la organización. (AFP)