Sucesos: SUCE-03 Mataron a una chica camino al trabajo para robarle la moto
Fue sorprendida por uno o más asaltantes a tres cuadras de su trabajo, en la zona oeste de Rosario. La habrían golpeado en la cabeza con un tronco, ocasionando su deceso en el acto. Tenía 27 años y un hijo de 9.


Rosario (C).- A Carla Mariana Palma Maidana, una chica de 27 años, la mataron brutalmente camino a su trabajo para robarle la moto. Fue una acción cruenta que hasta ahora carece de explicación: se ignora cuántos fueron los delincuentes que la abordaron y también cómo se produjo el asesinato. Solamente se sabe que la joven, que tenía un hijo de 9 años, no llegó a la estación de servicio donde debía ingresar a las 7 de la mañana. Cinco minutos antes quedó tendida a tres cuadras de allí, en la esquina de Sucre y San Juan, en el barrio Echesortu, inerte, con hundimiento de cráneo.

"Es un hecho que por sus características causa profundo estupor", comentó esta mañana a LT8 el juez de instrucción N 8, Juan José Pazos, luego de volver del sitio donde se produjo el suceso, que caratuló homicidio seguido de robo. La joven había salido de su casa como cada día laborable a las 6.15 de la mañana, con destino a la estación de servicio Repsol-YPF de Mendoza y Felipe Moré, donde trabajaba hace seis años. Al llegar a Sucre al 1000 fue detenida contra su voluntad.

En este punto se despliegan dos hipótesis policiales para explicar lo ocurrido. Una indica que la joven intentó escapar y que en su intento se estrelló contra un árbol. La otra sugiere que sus agresores la atacaron directamente descargándole con fuerza un palazo o una rama en la cabeza. La chica se desplomó inconsciente. Su moto, una Honda Dax de color rojo de 90 centímetros cúbicos, fue robada y hasta el cierre de esta edición no se había encontrado.

"El resultado de la autopsia, que va a estar lista a primera hora de la tarde, determinará si la muerte se produjo por el choque o por un golpe contundente", sostuvo el juez Pazos. Una constatación preliminar de los médicos legistas confirmó a un familiar de Carla, que es abogado, que la muerte se produjo por un traumatismo encefálico.

La policía encontró en el lugar del crimen una rama de grandes dimensiones, semejante a un garrote, que según presumía pudo utilizarse para concretar el crimen.

De los delincuentes no se sabe casi nada. Solamente la declaración de un testigo, vecino del lugar, que los escuchó irse. Y pudo dar una descripción muy general de la situación.

A media mañana Beatriz, la madre de Carla, esperaba sentada a las puertas del Instituto Médico Legal de Rosario la entrega del cuerpo de su hija. Totalmente aturdida, pero con una asombrosa serenidad ante el drama, pudo hilvanar unas palabras. "Acabo de enterarme de que le dieron con algo en la cabeza. Es lo único que sé. La mataron y le robaron la moto", comentó a radio LT8. Luego le preguntaron qué esperaba que ocurriera con los agresores de su hija.

"Que los encierren, pero que cambien las leyes para que los asesinos queden adentro y no puedan salir. Matan a jóvenes de trabajo. Sólo pido justicia. A los asesinos de mi hija les digo que hay un juez divino. Podrán zafar de la Justicia y de la policía. De Dios no van a zafar", murmuró.