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La extradición de Cavallo es considerada histórica

AFP. RECIÉN LLEGADO. El ex capitán de corbeta fue desde el aeropuerto directamente a presentarse ante el magistrado español, pero pidió tiempo para interiorizarse de la causa.
El ex dictador se negó hoy a declarar ante el juez Garzón en España. "Hemos podido llevar a buen puerto lo que no se pudo con el caso Pinochet", dijo la acusación. "Sérpico" estaría implicado en unas 200 desapariciones durante la dictadura.


La extradición y proceso del ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo en Madrid es "un momento histórico" al culminar una acción que tuvo un primer intento cuando el juez Garzón intentó procesar en España al ex dictador chileno Augusto Pinochet, dijo la acusación particular.

"Este es un momento histórico, por varias razones, pero fundamentalmente porque aquí hemos podido culminar y llevar a buen puerto lo que no se pudo con el caso Pinochet", afirmó hoy Carlos Iriart, integrante de la acusación particular.

Iriart se refería al intento del juez Baltasar Garzón de procesar en España al ex dictador Augusto Pinochet, cuya extradición desde el Reino Unido a España para ser juzgado por crímenes de lesa humanidad fue rechazada por Londres alegando motivos de salud tras 18 meses de detención en el Reino Unido.

"Cavallo es, desde el punto de vista emblemático, menos sonado y menos representativo que Pinochet, no menos peligroso, pero estamos verdaderamente felices de haber podido terminar este proceso", añadió Iriart, a las puertas de la Audiencia Nacional (principal instancia penal española), donde al mismo tiempo el ex represor se negaba a declarar ante el juez Garzón.

El magistrado acusa a Cavallo de haber participado en los llamados vuelos de la muerte (en los que opositores al régimen militar fueron tirados al mar desde aviones), así como en cientos de secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones forzadas de personas cuando integraba los grupos de tarea en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), uno de los mayores centro de detención clandestino durante la dictadura argentina (1976-1983).

Según Iriart, el ex militar argentino estaría implicado en "unas 200 desapariciones, unos 120 casos de secuestro y 100 de tortura".

Perfil de un represor


El capitán de corbeta Ricardo Miguel Cavallo, detenido el 26 de abril de 2000 en el aeropuerto de la turística Cancún, en México, cuando intentaba huir de ese país con destino a Argentina, y remitido hoy por las autoridades aztecas a España, es uno de los personajes emblemáticos de la persecución social que se vivió en este país durante la dictadura militar de 1976 a 1983.

Cavallo, nacido el 29 de septiembre de 1951, con cédula de identidad 6.275.013, fue identificado definitivamente por esta última en México cuando él negaba ser el mismo militar represor acusado por varios ex detenidos-desaparecidos, víctimas de sus sesiones de tortura en la temible Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada (Esma).

De la brutalidad de patear a los secuestrados alojados en la Esma cada vez que se cruzaba con ellos, y de la un poco más sofisticada aplicación de la picana eléctrica, luego de la dictadura, y con la tranquilidad que le daban las leyes de Obediencia debida y Punto final sancionadas durante la presidencia de Raúl Alfonsín, Cavallo se dedicó al mundo de los negocios donde se mostró tan eficiente como en la violación de los derechos humanos.

Especializado en el área de la prestación de servicios de seguridad con base informática, Cavallo había llegado a convertirse en el director del Registro Nacional de Vehículos (Renave) de México, cargo que desempeñó durante un año hasta que, descubierto por una publicación del diario La Reforma, decidió poner los pies en polvorosa, pero cuando a las 11.15 esperaba en la escala de Cancún fue detenido por quince agentes de la Prefectura Federal Preventiva.

Cavallo, requerido por el juez español Baltasar Garzón en una causa por sus reiteradas violaciones a los derechos humanos en Argentina, vestido de pantalón obscuro y camisa rosa, terminó por admitir su verdadera identidad y así, en lugar de continuar el vuelo 1.691 de Aeroméxico con destino al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, concluyó siendo trasladado de regreso a la capital azteca, donde permaneció detenido hasta ayer. (Télam-DyN).