Area Metropolitana: AREA-01

Es preocupante el estado de las viviendas afectadas

Archivo. AVISO. "Hay gente que está necesitando ayuda para resolver los problemas edilicios de sus hogares", dijo el arquitecto Dundas.
En Arenales, Chalet y Alfonso, un 12 % presenta alto riesgo edilicio. El relevamiento es realizado por voluntarios del Colegio de Arquitectos. Alto riesgo significa que existe peligro para sus ocupantes, como que se caiga un muro o parte del techo.


El Colegio de Arquitectos, Distrito 1, continúa con la identificación de riesgo en viviendas afectadas por la inundación del borde oeste de la ciudad. Ayer culminó el relevamiento en los barrios Arenales, Chalet y Alfonso, que arrojó un resultado desalentador.

En comparación con el censo llevado a cabo en el Centenario, donde el dato final alcanzaba al 10,3 % de las casas con alto riesgo edilicio, en estos últimos tres barrios hay un porcentaje aproximado del 12 % de viviendas con distintos problemas que podrían llegar a causar algún daño a sus ocupantes. Es decir, un 2% más que las detectadas en el Centenario.

Los datos son preliminares y fueron aportados por el arquitecto Alberto Dundas, coordinador de la Comisión de Relevamiento Urbano del organismo colegiado.

"Las ecuaciones marcan una tendencia a que el riesgo se va incrementando a medida que vamos relevando los diferentes barrios", dijo Dundas, quien calificó la situación como de "alerta". Y agregó que "hay gente que está necesitando ayuda para resolver los problemas edilicios de sus hogares".

Los profesionales participantes del relevamiento concluyeron que las patologías más significativas detectadas son: pozos negros socavados y que necesitaban una reparación urgente, cielorrasos desprendidos, muros descalzados y pisos hundidos que ponen en riesgo las paredes, entre otros.

En tanto, se planteó que el 19 % de las 1.067 viviendas observadas en Arenales, Chalet y Alfonso tiene un mediano riesgo edilicio, es decir, "son casas con pequeñas fisuras que hay que vigilarlas por un tiempo para ver cómo evolucionan", explicó el profesional. Finalmente, el 69 % figura con bajo riesgo.

Por otra parte, sostuvo que la mayoría de la gente está tratando de poner en condiciones su casa y piden instrucciones a los profesionales del Colegio que hacen el relevamiento.

Riesgo sanitario y eléctrico


Dundas manifestó su preocupación por los resultados que arroja el estudio en el plano sanitario, ya que se observaron varias conexiones de agua potable caseras y con posibilidades de contaminarse por la falta de un cierre adecuado. También es alarmante la situación en la que se encuentran los pozos negros de las viviendas, muchos de los cuales están saturados y socavados alrededor.

El riesgo sanitario creció un 2 % en comparación con el Centenario, ya que pasó del 24,7 % en ese barrio, al 26 % en los tres últimos relevados.

Las conclusiones también arrojaron que el 42 % de las unidades habitacionales están con riesgo eléctrico. "Se encontraron muchos cables sueltos, expuestos, con extremos pelados que son un peligro", detalló Dundas.

Como dato adicional, se les preguntó a los vecinos si les interesaba ser reubicados. El 77 % de los consultados manifestó su intención de permanecer en el lugar y no mudarse a otro barrio, mientras que el 23 % (mayormente parejas jóvenes) lo haría bajo ciertas condiciones, como por ejemplo, la cercanía con su trabajo y la escuela de sus hijos, entre otras.

El próximo: Santa Rosa


La intención del Colegio de Arquitectos es llegar a cubrir unas 13 mil viviendas de los barrios del cordón oeste más afectados por la crecida del río Salado. Hasta el momento, se observó el estado de unas 2.548 casas. "Cabe aclarar que no relevaremos el total de las viviendas afectadas, porque contamos con una cantidad de profesionales limitada", dijo.

El proyecto es realizado por unos 23 colegiados voluntarios, que la semana que viene o dentro de 15 días estarían censando Santa Rosa de Lima. Dundas también aclaró que el objetivo es observar y diagnosticar el riesgo de las casas, no cuantificarlo.