Sucesos: SUCE-01

Exigen que Carranza vaya a Chabás por ola de delitos

Archivo. Advertencia. Otro hecho similar podría desatar una pueblada.
Sostienen que la paz social de la comunidad está comprometida. Unas 300 personas reunidas en una asamblea vecinal protestaron por la crisis de seguridad. El terrible asalto a un productor motivó la protesta.


Rosario (C).- Unos 300 vecinos de la localidad de Chabás exigieron anoche en una asamblea medidas políticas frente una oleada de hechos delictivos que azotan a la zona, ubicada a 80 kilómetros al sudoeste de Rosario. La reunión había sido convocada luego de que un productor agropecuario fuera golpeado y sometido a tortura con paso de corriente eléctrica, el lunes pasado, por delincuentes encapuchados que irrumpieron en su vivienda para asaltarlo.

Los asambleístas exigieron la "presencia inmediata" del ministro de Gobierno, Carlos Carranza, y del jefe de policía provincial, Ricardo Milicic, a fin de dar una descripción de la situación reciente y requerirle el reforzamiento de la seguridad en la zona.

"La paz social de la comunidad está comprometida", dijo Osvaldo Salomón, el presidente comunal de Chabás al terminar la reunión convocada anoche por la junta de seguridad y la comuna. "La policía nos tiene que garantizar seguridad. Aquí hay mucha bronca contenida y si llega a haber un nuevo hecho desgraciado vamos a terminar en un estallido. Eso se reflejó en la asamblea", sostuvo. En la audiencia, la cabecera de la Unidad Regional IV del departamento Caseros había sido calificada de corrupta y se había cuestionado su impasividad ante el delito.

A la asamblea concurrieron el senador provincial por Caseros, Abel Brunetti; los diputados provinciales José Ugalde (PJ) y Jorge Alvarez (UCR).

El hecho


El lunes a la noche, poco después de las 20, el productor Carlos Buschitari vio irrumpir en su casa a tres bandidos que a punta de pistola traían como escudos a su esposa y a su madre. Según denunció, la familia estuvo a merced de los intrusos seis horas, privados de su libertad.

Los maleantes encerraron a las mujeres en una habitación y arrancaron revestimientos de las paredes en búsqueda de una caja fuerte. Como no la hallaron, interrogaron con saña y golpearon al productor. Hasta que apelaron a la mayor crueldad para obtener lo que querían: lo sujetaron a una cama con un cinto y le descargaron corriente eléctrica con el cable de un velador que ataron a una pierna. A las tres de la mañana se fueron con 800 pesos y unos pocos elementos de valor. Para asustarlo aún más, los ladrones le dispararon un tiro cerca de su cabeza.

Cuando logró deshacerse de las ataduras, Buschitari pidió ayuda a un productor vecino y fue a denunciar el calvario vivido. Regresó a su casa con un patrullero y los policías tuvieron que romper la puerta de la pieza donde estaban encerradas las mujeres, ya que los delincuentes se habían llevado las llaves. Los exámenes médicos detectaron que Buschitari había sufrido en la golpiza la fractura de una costilla y hematomas en todo el cuerpo.