Estaba exiliado en Arabia Saudita desde hace más de 20 años. Gobernó Uganda con puño de hierro entre 1971 y 1979. Pocos lo igualaron en crueldad y violencia.
El ex dictador ugandés Idi Amín Dada, acusado de crímenes de lesa humanidad, murió hoy en el hospital Rey Faysal en Yedda, Arabia Saudita, anunció una fuente médica oficial.
"Idi Amín murió a las 8 (3 de la Argentina). Su estado se había agravado el viernes y ha muerto hoy por la mañana en la unidad de cuidados intensivos", dijo el informante. "Se están realizando las gestiones para un eventual entierro en Uganda", señaló la fuente, que pidió el anonimato.
Un comité especial está estudiando dichas gestiones con los responsables del hospital especializado Rey Faysal, una de las instituciones sanitarias más prestigiosas del reino.
El ex dictador ugandés, de 78 años, vivía exiliado en Arabia desde hace 20 años y se encontraba desde hacía varias semanas en la unidad de vigilancia intensiva del hospital.
Idi Amín Dada encabezó desde 1971 a 1979 uno de los regímenes más sanguinarios que recuerde Africa, al frente del cual se dio a todo tipo de extravagancias y crueldades, frutos de un temperamento megalómano, vengativo y violento.
Asesinatos en masa
Se estima que sus fuerzas asesinaron al menos a 300.000 ugandeses desde su llegada al poder por medio de un golpe de Estado, en 1971, hasta su expulsión por una fuerza combinada del ejército de Tanzania y exiliados de Uganda, en 1979.
Apenas llegó al poder en 1971 y después de unos meses de moderación, impuso rápidamente la arbitrariedad como estilo de gobierno.
Idi Amín ordenó asesinatos en masa y encarceló a los opositores. Diezmó a las tribus hostiles e instauró pelotones de ejecución. Se atribuye a su régimen unos 300.000 muertos. Decenas de miles de refugiados huyeron del país.
En tanto, Amín se autoproclamó "Su Excelencia el conquistador del imperio británico, El Hadj (peregrino musulmán) mariscal Doctor Idi Amín Dada, presidente vitalicio de la República de Uganda, comandante en jefe de las fuerzas armadas ugandesas, presidente del Consejo de la policía y de las prisiones".
En 1972, aseguró que Alá le dijo en un sueño que debía expulsar del país a todos los indios y paquistaníes, cosa que hizo, para luego traspasar los negocios de los expulsados a sus amigos.
Para 1978, la economía de Uganda se había reducido a casi nada, y Amín lanzó una invasión a Tanzania como una maniobra distractiva. Pero Tanzania devolvió el golpe y sus tropas entraron en la capital, Kampala, el 11 de abril de 1979.
Amín huyó a Libia, uno de los escasos países con los que mantuvo relaciones diplomáticas durante su gobierno, pero se vio obligado a partir otra vez en menos de un año. El ex dictador aceptó una oferta de asilo en Arabia Saudita, donde vivió hasta su muerte.
Sus insólitas declaraciones podrían llenar varias páginas, aunque acaso la más sorprendente date de febrero de 1981: "Desde que me fui, no se respetan los derechos humanos en Uganda". (Télam-SNI)
