Deportes: DEPO-03 Los cuestionados dieron su opinión
Juan Brown y Ceferino Díaz fueron los más silbados por los hinchas. Los dos se mostraron cautos y analizaron con sinceridad el mal momento.


El fútbol permite actitudes que en el resto de los ambientes están totalmente vedadas. Y una de ellas es la impunidad con que los hinchas pueden insultar a aquellos con quienes no comparte afinidad, ya sea porque están defendiendo los colores del rival o porque no llevan a cabo el desempeño por ellos esperado.

Ayer, el equipo de Unión, y en particular dos jugadores, sufrieron la implacable reprobación colectiva del público. Pero, lejos de escaparle a la no deseable situación, tanto Juan Ignacio Brown como Ceferino Díaz, los apuntados futbolistas, dejaron su reflexivo parecer al respecto.

Juan Brown


Û "No me duelen los insultos, porque la gente paga su entrada y tiene derecho a decir lo que quiera. Además, es normal porque ellos están ansiosos y uno lo tiene que entender. Sin dudas que esa presión en contra influye tanto en el rendimiento personal como en el de todo el equipo, pero hay que saber entenderlo".

Û "Creo que hoy (por ayer) el equipo tuvo una buena actitud y nunca bajó los brazos; por eso se consiguió el empate en tiempo de descuento. Es obvio que la gente quiere ganar, y nosotros también, pero lamentablemente nos está costando conseguirlo. No podemos lograr el vuelo o el nivel futbolístico que este equipo puede dar, pero no hay otra que seguir trabajando para mejorar".

Û "Nosotros somos los que tenemos que contagiar a la gente. Quizás ellos no tienen la paciencia que nos gustaría para poder jugar más tranquilos y soltarnos más, pero eso es normal. Lo importante es que el grupo está muy unido, porque eso sirve para sacar adelante esta difícil situación".

Ceferino Díaz


Û "Yo tengo la responsabilidad de hacer determinadas cosas en la cancha, que sin dudas realizo. Después, me puedo equivocar, como me pasó sin dudas hoy (por ayer), pero tomo mi responsabilidad adentro del campo. Por su parte, la gente tiene derecho a reprobar, y cuando uno juega mal lo va a hacer sin dudarlo. Lo que pasa es que el hincha quiere ascender antes de jugar los 38 partidos, algo que no se puede dar".

Û "El mal momento futbolístico se debe a que hay muchos jugadores que estamos en un bajo nivel, y por eso estamos tratando de suplir ese déficit con ganas y actitud. Esta vez logramos empatar sobre la hora un partido que se tornó muy difícil, y lo conseguimos en forma merecida por todo lo que se hizo en el transcurso del encuentro. Lamentablemente no se pudo ganar como local para trabajar más tranquilos en la semana. Creo que nos falta volumen de juego y tener más circulación de balón, porque a veces jugamos en forma muy frontal. Además, las situaciones de gol que tenemos la mayoría de las veces no las podemos aprovechar, mientras que el rival lo hace casi al máximo".

Û "Es lógico que la gente me insulte particularmente a mí, porque soy uno de los referentes del plantel y no estoy jugando en el nivel adecuado, ya que incluso hoy (por ayer) jugué mal. Pero me parece que más allá de eso, nadie tiene derecho a insultar a otra persona, porque todos merecemos respeto, ya que hacemos nuestra labor con total responsabilidad. A mí no me gusta que me insulten, pero en el fútbol es algo lógico, porque el respeto no existe en este deporte, en el cual lo único que importa es tener éxito. Acá el que no gana es un inútil".

El capitán Basualdo


Û "Creo que las circunstancias del partido nos llevaron a sacar la garra que uno tiene adentro. El trámite se dio así porque ellos convirtieron un gol temprano y después se pararon con dos líneas de cuatro, lo que dificultó la tarea en los últimos metros. Esta es una etapa nueva, y la gente tiene que darse cuenta de que hay muchas cosas para acomodar, porque son nuevos los dirigentes, el cuerpo técnico y también muchos de los jugadores. Pero de a poco vamos a ir mejorando".

Estuvo Malvicino


Ocupando uno de los palcos arriba de la lateral este, presenció todo el partido el ex presidente Angel Malvicino. El empresario recibió con aplausos al equipo y se mantuvo firme en su lugar pese al fresco viento de la noche, sin mostrar gestos de disgusto por el pobre accionar de Unión en la cancha. Es la primera vez que se lo ve en la cancha luego de perder las elecciones hace no mucho tiempo a manos de René Citroni.