La victoria fue justa, aunque Islas se convirtió en figura. El partido terminó con serios incidentes adentro y afuera de la cancha.
Independiente venció en Rosario a Central y se clasificó para la segunda fase de la Sudamericana, donde lo espera River.
El único gol fue convertido por Marioni y según Ruggeri, fue el mejor partido de su equipo desde que se hizo cargo.
El defensor de Independiente, Emiliano Dudar, sufrió anoche una herida en su rostro por la rotura de un ventanal en el vestuario visitante del estadio Gigante de Arroyito, producto de un ataque de los hinchas de Rosario Central, enfurecidos por la eliminación del equipo en la Copa Sudamericana.
El entrenador Oscar Ruggeri le confirmó a la prensa que el futbolista no corría ningún riesgo y que su integridad física estaba "bien" pese al incidente.
El ataque del público rosarino se produjo al término del partido que Independiente ganó por 1-0, cuando los jugadores visitantes se dirigían al camarín.
En ese momento, según trascendió, también habrían sido agredidos algunos directivos de Independiente que acompañaban a la delegación.
El incidente se produjo en la misma jornada en la que circuló un rumor de que la Justicia dictaría la suspensión de la actividad futbolística por los disturbios del pasado domingo en el partido entre Boca Juniors y Chacarita.
El presidente de Independiente, Andrés Ducatenzeiler, expresó su preocupación por lo sucedido y exhortó a "todos los sectores del fútbol" para someterse a un debate en busca de una "solución" al problema de la violencia.
La máxima autoridad del club de Avellaneda eximió de responsabilidad a las autoridades policiales por los disturbios y las atribuyó a "una cuestión de educación".
Por su parte, Ruggeri, quien fue agredido con un proyectil desde la platea principal del estadio en los minutos finales, confesó que el partido le trajo a la memoria los "típicos compromisos de Copa Libertadores de 10 ó 15 años atrás".
"Creo que me pegaron un llaverazo, no sé, porque tiraban con cualquier cosa", declaró el ex marcador central, quien estuvo tendido en el piso durante unos segundos.
Ruggeri defendió la tarea del árbitro Gabriel Brazenas, aunque se mostró en desacuerdo en su exigencia de que permaneciera dentro del banco de los suplentes para pacificar el clima.
"(Fabián) Madorrán -cuarto juez- me decía que no saliera del banco. Yo me estaba jugando una final ¿por qué tenía que hacerlo? No es justo", se defendió el entrenador.
Ruggeri consideró que los incidentes se produjeron porque Central "fue superado, no pudo llegar al empate e Independiente no logró definirlo antes".
"Si hubiésemos convertido el segundo gol, no ocurría lo que ocurrió", agregó.
El partido terminó envuelto en la violencia a partir de la demorada salida del ex Newell's Old Boys, Bruno Marioni (autor del único gol) que exasperó al público y a los propios jugadores rosarinos cuando promediaba el último minuto reglamentario.
El arquero suplente de Central, Hernán Castellano, ingresó al campo para sacar a los empujones a su rival y fue expulsado, al igual que Leonardo Talamonti y Leonel Ríos, quienes se cruzaban en otro sector del campo en el mismo momento.
Una vez decretado el final, Independiente debió abandonar el césped con custodia policial por la intolerancia de los hinchas locales.
Rosario Central 0 Independiente 1
