Sucesos: SUCE-03 Robo en Villa Adelina
En pleno día desvalijaron una casa de familia. Los ladrones, como siempre, dejaron una horrible sensación de inseguridad entre sus indefensas víctimas.


En ausencia de sus moradores, uno o más delincuentes ingresaron ayer en una vivienda de Villa Adelina y se alzaron con cuanto objeto de valor hallaron en ella. Para eso violentaron las aberturas, provocaron otros destrozos y por fin -dejando todo en absoluto desorden-, se retiraron cargando con los electrodomésticos y otros efectos. También se llevaron la ropa de cama y prendas de vestir.

El dueño de casa, paradójicamente, es un hombre que dedicó buena parte de su vida a asistir a los heridos de bala o cuchillo que llegan al hospital público, sin preguntar nunca si trataba con malvivientes o con buenos vecinos. El Dr. Ricardo Lizárraga, el damnificado de ayer, denunció lo sucedido ante las autoridades de la Comisaría de Distrito 19a., que tiene jurisdicción en Sauce Viejo.

Luego, en diálogo con "El Litoral", Lizárraga refirió sus impresiones acerca de lo ocurrido. Hizo notar que el robo se consumó en su casa apenas minutos antes de que su esposa regresara del trabajo y se preguntó, qué habría pasado de haber tropezado ella con los ladrones.

El médico aseguró que ahora, su grupo de familia vive lo ocurrido con gran preocupación y también con "una enorme sensación de impotencia". Se sienten desprotegidos.

"La privacidad ya fue invadida -reflexionó-. Y uno se pregunta si volverán. Qué pasará entonces. O se dice: si esto pasó en pleno día, ¿qué no podría pasar durante la noche?".

El profesional rescató la tarea del personal policial que acudió a su llamado y destacó su buena predisposición al trabajo, "aun cuando está a la vista que los peritos cuentan con medios precarios y una tecnología atrasadísima".

Para Lizárraga "el problema de la seguridad está en la capacitación profesional del policía, pero eso de poco vale cuando escasean los recursos materiales y las autoridades, jueces y legisladores, miran para otra parte". "La decisión, no digo de terminar con el delito en la zona, pero sí de atemperar su efectos -dijo-, está en manos de la Justicia. Un juez de instrucción si lo decide puede terminar rápidamente con las bandas -se sabe cuáles son y quiénes las integran-, pero esa decisión se demora y las órdenes que se esperan, no llegan nunca", concluyó el profesional.