El autor, el actor, el electrónico, el rockero, el hijo del rockero (Moris), el amante de la tierra y del folclore, el lector de libros de historia; todo eso y mucho más es Antonio Birabent. Pasando los treinta, con siete discos en su haber y dos programas de TV en los que fue protagonista y que marcaron hitos indudables -Verdad/Consecuencia y Por ese palpitar-, se lo ve relajado y feliz por recorrer el país, y también muy entusiasmado con sus nuevos proyectos. Cálido con la gente que se le acerca, una y otra vez repite que, pese a que vivió muchos años de su vida en España y que le fue bien allá, elige vivir en la Argentina.

-¿Te gusta andar por el interior del país?

-Sí, me encanta, es lo que estoy haciendo desde hace un año. Desde que salió Cardinal ya hicimos cincuenta shows, y la mayoría fueron en el interior. Ahora venimos de Formosa, fuimos a Córdoba, estuvimos en Rosario, vamos a Bariloche, nos falta Montevideo, La Plata...

-¿Hay diferencias entre un público y otro?

-Sí, hay matices, pero en general creo que hay que abstraerse un poco del público. Más allá de las sensaciones distintas que te llegan cuando estás tocando, creo que hay que tener una entidad un poco autárquica. Creo que no podés estar todo el tiempo pensando qué público es y cómo va a reaccionar. Yo hago una música, el público varía, pero yo tampoco soy siempre el mismo, no hago siempre los mismos shows ni toco las mismas canciones.

-¿Después de casi un año de recorrer el país con Cardinal, ¿qué sensación tenés?

-Cardinal me ha traído satisfacciones muy grandes y una es ésa, poder tocar en el interior, un montón de shows por toda la Argentina, volver a lugares que hacía muchísimo que no iba. Además, este disco, a pesar de ser el séptimo, para mucha gente fue un descubrimiento, hacía mucho que no escuchaban mi música; hubo discos que pasaron en los últimos años sin mucha promoción por motivos variados.

En ese sentido, Cardinal fue un reencuentro con mucha gente; toda mi vida me he dedicado a hacer la música que he considerado necesaria e importante para mí, y muchas veces esa búsqueda ha sido muy alejada de los cánones comerciales. Una lejanía de la cual estoy completamente satisfecho y contento.

Cardinal es un equilibrio entre canciones populares, de melodías claras, pero también un disco que continúa mi búsqueda, muy heterogéneo, donde hay máquinas pero hay cuerdas, hay una canción que canta León Gieco que es Río en espiral y hay un punk como Aminoácido.

-Cuándo componés, ¿pensás en quién va a escuchar el tema?

-Hay una elección privada, un mundo privado un tanto egoísta que me parece que hay que mantener. Yo no puedo pensar en el mercado, no sé quién es, no lo conozco, entonces pienso en mí, en la motivación artística que me llevó a escribir esa canción, pienso en el sentimiento, en la sensibilidad, y trato de conectarme con el hecho cotidiano a raíz del cual nació una canción. Creo que ahí está la verdad de la música, de la transmisión.

Yo puedo transmitir algo que siento, porque yo soy un cantautor, canto lo que escribo, si estoy consustanciado un poco con el capricho de la música. Para lo otro, ya hay muchas personas que se dedican a la búsqueda de la fama, a la composición camino al éxito y a la gloria, yo no. Nunca hice eso, nunca me interesó. Durante los diez años que llevo haciendo música en forma pública, siempre lo tomé como una experiencia necesaria.

-En algunas cosas parecés una persona muy rígida y en otras muy libre, muy flexible, ¿cómo sos en tu vida cotidiana?

-No hay un general, me dedico a lo que me gusta, leo historia argentina, camino, corro, me imagino cómo habrá sido Buenos Aires hace trescientos años -una de mis obsesiones-, me dedico a la música, me gusta estar con la gente que quiero. A veces soy muy ordenado y a veces soy muy caótico. Generalmente estoy dedicado a proyectos, como mi próximo disco, Buenos Aires.

-¿Y cómo será ese nuevo disco?

-Ya está grabado y va a salir muy pronto. Buenos Aires es un disco muy rockanrollero, muy de guitarras, donde vuelvo a la esencia. En Cardinal había de todo, colores, matices; ahora es un disco de guitarras, bajo y baterías, donde hay letras, donde hay descripción, un recorrido por la Argentina. Muchas canciones fueron escritas en diferentes lugares, incluso hay una que se llama Montevideo.

El nombre tiene que ver con el reconocimiento al lugar de donde uno es, una sensación de pertenencia, un amor al lugar del cual soy, una manera de hablar de la Argentina a través de mi lugar. También es un modo de rescatar el valor de las palabras. Buenos Aires, así como Santa Fe, tienen nombres muy fuertes. ¿Quién tiene en mente hoy que cuando digo Santa Fe se trata de una convicción religiosa? Con Buenos Aires pasa lo mismo, o con su primitivo nombre Puerto de Trinidad. El disco combina mi amor por la historia, por la nostalgia, por la melancolía, y también por lo aguerrido.

-¿Te importa lo que pasa en el país, lo que le pasa a la gente?

-Sí, por supuesto, porque es lo que me pasa a mí. Influye en mis creaciones porque me da energía. Yo primero tengo la convicción de vivir acá, el llamar a mi próximo disco Buenos Aires tiene que ver con una decisión de quedarme donde estoy, valorar lo que significa la tradición argentina más allá de su problemática; me dedico humildemente a estudiar eso lo mejor que puedo, he leído y leo sobre el tema.

-¿Mirás noticieros?

-No, no, no tengo televisión en mi casa, me parece mucho más interesante leer libros de historia.

-¿Y cómo te conectás con lo que pasa?

-Camino por la calle todo el día, vivo. La mejor forma de cambiar las cosas es tener diariamente una posición crítica, constructiva, cívica honorable. No creo en la salvación de ningún político, a pesar del clima que estamos viviendo es mucho más esperanzador. Pero toda la etapa anterior también estábamos todos absolutamente inmiscuidos, nosotros también fuimos productores de eso que pasó. La clave está en la actitud individual de cada uno de nosotros. Ese día a día cotidiano, el hacer las cosas bien -en mi caso en la música-, te da la posibilidad de generar sensibilidad, compromiso y afecto en la gente.

-Mucha gente no debe entender por qué no estás en España...

-Bueno, es gente o que no sabe lo que es vivir afuera, o gente que tiene todo su derecho porque las cosas no le han ido bien y busca otra opción, lo cual es respetable....Pero yo quiero vivir acá, soy feliz en la Argentina.