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Un suizo alemán convertido en piamontés
La familia Müller fue una de las primeras que se radicaron en la colonia Susana, en nuestra provincia. El relato refiere a Francisco Müller, de origen suizo-alemán, quien se casó con una piamontesa.


Iván Chianalino nuevamente se puso en contacto con De Raíces y Abuelos, pero en esta ocasión para contarnos la historia de sus bisabuelos maternos y ya prometió aportar sus investigaciones sobre otra rama familiar, los Hunzicker-Meyer.

Con respecto a esta nueva historia, Iván comentó que la de Francisco José Müller -como tantos de nuestros abuelos inmigrantes- es realmente sorprendente y rica en anécdotas.

Su padre fue Franz Joseph Müller, nacido en Etzgen Kt Aaargan, del homónimo cantón en el norte de Suiza, y su madre Walburga Zumsteg, nacida en el pueblo vecino, pero que ya pertenece a Alemania: Mettare. Eran pueblos divididos por el límite y ése era el motivo por el cual a Francisco se lo denominaba suizo-alemán.

Cuando el matrimonio Müller-Zumsteg vivía en Etzgen tuvo a su primogénito llamado Teodoro, el 21 de setiembre de 1865. Por diversos motivos, entre ellos el escaso espacio físico para desarrollar la agricultura, a fines de 1869, decidieron emigrar a la Argentina.

Durante la travesía, Walburga llevó en su vientre a Francisco, quien luego nacería en Esperanza, Santa Fe, el 4 de junio de 1870. Junto a ellos venía Juan Zumsteg, padre de Walburga, de 55 años.

Durante algunos años se establecieron en Grutly, donde nacieron María, Esteban y Rosa Francisca. Allí trabajaban en una pequeña chacra que arrendaban, perteneciente todavía a Aarón Castellanos.

Al cabo de 10 años y con bastantes ahorros, decidieron seguir camino al interior de la provincia. En 1881 y al encontrar tierras más fértiles, compraron 200 hectáreas en Susana, adonde se establecieron definitivamente para formar la familia Müller, una de las primeras colonizadoras de esa colonia. Ya establecidos, posteriormente nacieron los últimos hijos del matrimonio: Juan y Teresa.

La familia creció


Fueron creciendo y día a día todo ese sacrificio se veía reflejado en buenas cosechas y cría del ganado, ya que la zona, el clima y la tierra eran excepcionales.

Posteriormente llegó el momento en que cada hijo fue formando su familia: Teodoro se casó con Santa Molinaro; Francisco con Isabel Lucciano; María con Antonio Valiente; Rosa con José Lucciano; Juan con Inés Lucciano y Teresa con Antonio Cottura. Esteban falleció cuando estaba haciendo el servicio militar en San Luis en 1897, motivo que causó la muerte de su madre Walburga en 1898 y seguidamente de su padre, en 1901.

Es de hacer notar que tres hermanos se casaron con otros tres hermanos Lucciano. Ésta -relató Iván Chianalino- era una familia amiga de los Müller, y a eso se debe el intercambio.

Mezcla de raíces


Francisco Müller se casó con Isabel Lucciano, una piamontesa hija de Mateo Lucciano y de Luisa Cassina, oriundos de Moretta, provincia de Cúneo, Italia. Ese matrimonio italiano donó la imagen de la Virgen de Lourdes que aún se conserva en la iglesia Santa Susana, de la localidad de Susana.

Francisco e Isabel se casaron y residieron en la casa paterna. Tuvieron ocho hijos: María Isabel, en 1897; Rosa Luisa, en 1898; Francisco, en 1900; Mateo Manuel, en 1902; Inés Teresa, en 1904; Regina Flora, en 1907; Juan Angel, en 1908; y César Teodoro, en 1913. Éste último falleció el pasado 5 de abril a los 90 años.

Chianalino insistió en que "Don Francisco era suizo alemán pero, el hecho de radicarse en una zona habitada en su mayoría por piamonteses y al casarse con una descendiente de piamonteses, hicieron que él hablara el piamontés como el mejor italiano nacido en esa región. Esta anécdota fue transmitida de generación en generación por los habitantes de Susana".

También destacó que "fue una persona muy dedicada al trabajo rural, muy hábil con sus manos, a tal punto que fabricó algunas de las herramientas que usaba en el campo. Era buen herrero y era convocado por paisanos vecinos y de otras colonias como Villa San José, Colonia Iturraspe, Aurelia y Clucellas para realizar las tradicionales carneadas, que convocaban a familiares y amigos, adonde no faltaba el acordeón".

En el año 1931, en el 50° aniversario de la colonización de Susana, Francisco Müller recibió por parte del gobierno de la provincia un diploma, en el cual se lo distinguía como forjador y hacedor de esa colonia.

Aportes a la tierra


Don Francisco Müller trabajó en su campo junto a sus dos hijos menores: Juan y César hasta el último de sus días, el 28 de setiembre de 1940, cuando un infarto lo sorprendió en su lecho. Su esposa, en cambio, falleció nonagenaria muchos años después.

Como conclusión de esta narración, el bisnieto de Francisco Müller, Iván Chianalino, aseguró: "Ésta fue la trayectoria del suizo-alemán convertido en mitad piamontés, que dejó sus huellas, sus surcos, su sudor y, ante todo, su honradez y sus buenos recuerdos en el oeste de esta pampa santafesina".

Mariana Rivera