Economía: ECON-02 Perjudicará a exportadores la reforma impositiva de Brasil
El gobierno del vecino país quiere recaudar más para fines sociales. Caso testigo: la venta de automóviles.


Los exportadores argentinos rechazan la reforma impositiva que está por aprobar el Parlamento de Brasil porque va a encarecer en un 3,7 por ciento en promedio sus ventas a ese país.

La reforma impositiva brasileña, destinada a financiar la ayuda social, "es injusta", subrayó el presidente de la Cámara de Exportadores de Argentina, Enrique Mantilla, en declaraciones que publica hoy el diario El Cronista.

En este sentido, señaló que parte del aumento de la recaudación tributaria previsto con esta reforma se destinará al estatal Banco de Desarrollo Económico de Brasil (Bandes) "la misma entidad que luego financia las exportaciones de ese país".

"Nuestra preocupación no es de ahora", apuntó Mantilla en referencia a que el banco estatal brasileño concede créditos para el comercio exterior con tipos de interés muy bajos, que contribuyen al aumento de las exportaciones a Argentina.

Mantilla explicó que la reforma crea dos nuevos tributos con el fin de financiar planes sociales que en algunos casos elevarán hasta un diez por ciento el precio de los productos importados por Brasil.

Esto encarecerá en un 3,7 por ciento en promedio las ventas de productos argentinos al mercado brasileño, apuntó.

Brasil, el socio de Argentina, Paraguay y Uruguay en el Mercosur, el mayor bloque comercial de América latina, acapara alrededor del 30 por ciento de las exportaciones argentinas.

Durante el año pasado, Argentina exportó mercancías a Brasil por valor de 4.832 millones de dólares y entre enero y julio pasados, las ventas a ese país sumaron unos 2.597 millones, según cifras oficiales.

En lo que va de este año, Brasil aumentó sus ventas al mercado argentino y logró un superávit comercial debido a que las empresas brasileñas se inclinaron más hacia la exportación a causa de la caída del consumo interno.

Los empresarios argentinos reclaman que se pongan límites al ingreso de textiles, electrodomésticos y determinados alimentos brasileños que a su juicio han "invadido" al mercado local.

Una mano chilena


En otro orden, por primera vez en la historia automotriz local, Brasil perdió su puesto de mayor comprador de vehículos argentinos, que ahora se venden tanto a México y Chile como a destinos no tradicionales como Sudáfrica y Australia.

En el primer semestre del año las exportaciones de automóviles argentinos a Brasil se redujeron un 48,2 por ciento respecto de igual período de 2002, hasta 226 millones de dólares.

El trabajo del Centro de Estudios Bonaerenses señala que en total las exportaciones de vehículos cayeron un 22 por ciento en los primeros seis meses de 2003, a 532,2 millones de dólares.

En el mismo lapso, México y Chile compraron autos argentinos por valor de 176,8 millones de dólares y 68,7 millones de dólares respectivamente, lo que significa un 26,6 por ciento más y un 27,1 por ciento más que en el primer semestre de 2002.

Actualmente, ambos países concentran una participación conjunta del 46,1 por ciento, 3,6 puntos más que Brasil, que en los primeros seis meses del año pasado acaparaba el 63,8 por ciento de la facturación de los envíos de automóviles locales.

"Chile y México ya se quedan con el 70 por ciento de nuestras exportaciones, lejos del 15 por ciento de Brasil, un mercado que retrocedió por la recesión que atraviesa", comentó Alberto García Carmona, directivo de la filial argentina de General Motors.

El año pasado Argentina suscribió un acuerdo con México para que las terminales locales coloquen en ese mercado hasta 50.000 autos anuales durante 2002 y 2003 sin aranceles, cuando hasta entonces exportaba hasta 18.000 vehículos con un 18 por ciento de gravamen.

Por medio de un convenio similar, en 2002 Chile abrió a las automotrices argentinas un cupo de 27.000 vehículos anuales sin el arancel del 8 por ciento que debían pagar antes.

Pero también hay otros destinos para los autos producidos en Argentina que crecen exclusivamente por decisiones de las empresas, como Australia, Alemania, China y Sudáfrica, al igual que países latinoamericanos como Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala y Perú.

Radares nacionales


En lugar de importarlos, la Fuerza Aérea de Argentina comenzó a construir radares de producción nacional en el marco de una iniciativa del gobierno para reactivar la industria militar.

Se trata de los 11 radares secundarios para el control del tráfico aéreo civil y comercial que estaban incluidos en el Plan Nacional de Radarización, con un costo de U$S 185 millones y cuyo desarrollo fue suspendido por la Justicia hace 3 años.

Aquella medida fue dictada por una jueza comercial que objetó la licitación internacional abierta durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), que presuntamente benefició a una firma estadounidense a pesar de que presentó un monto mayor al fijado originalmente.

Mercosur


El número de empresas exportadoras brasileñas hacia el Mercosur prácticamente se triplicó en once años, al pasar de 3.843 empresas en 1990 a 11.436 en 2001, según una encuesta del estatal Instituto de Pesquisa (Investigación) Económica Aplicada (Ipea).

"El crecimiento del número de empresas acompañó el boom del comercio entre los países del bloque", dijo el presidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), el diputado federal Armando Monteiro.

En 1990, las exportadoras empleaban 1.579 personas y en 2001, este número pasó a 1.913, según los datos del Ipea.

Las empresas de las regiones más cercanas a los demás países del Mercosur fueron las más beneficiadas en las exportaciones.