Señores directores: Debido a esta tenue lluvia y un leve repunte del río Salado, han empezado a producirse derrumbes y socavones en la cabecera oeste del Puente Carretero sobre la costa de Santo Tomé. Precisamente debajo de la columna de alta tensión que está amarrada a la cabecera del mismo puente se está produciendo ya un desprendimiento de la barranca, por debajo de las bolsas que pusieron provisoriamente para defender justamente lo que ya comienza a verse.

Hay que pensar lo bajo que está el río y la total falta de lluvia que ha habido desde la fecha del desastre, que se produjo en su pico el día 29 de abril (cinco meses), y la total inoperancia de las autoridades, que no han efectuado ningún tipo de arreglo para evitar lo que ya se presagia en cuanto empiecen las lluvias y el aumento inminente del caudal del río.

Quiero destacar que desde la cabecera del puente hay aproximadamente 20 metros de terreno a la barranca propiamente dicha, lugar que ocupa lo que queda del club Vialidad Nacional, y se están produciendo resquebrajaduras a los 5, 10, 15 metros, lo que significa que empieza a ceder el mismo, por lo que no se necesita mucho conocimiento para pronosticar que en cuanto el río empiece a crecer tan sólo medio metro empezarán a producirse socavones y desprendimientos.

Lo primero que se producirá será el derrumbe de la columna de alta tensión, y a continuación la cabecera del puente.

¿Cuántos días más nos preservará la diosa naturaleza, para que no llueva y crezca ese medio metro el río y volvamos vivir el calvario del cruce del puente?

Autoridades, fuerzas vivas, comercio, población, creo momento oportuno para expresarnos y, si es necesario, movilizarnos para que no se siga dilatando lo que ya no se puede demorar. El peligro es ahora, no mañana. Ya hemos tenido una experiencia lo suficientemente desagradable como para que nuestro calvario se siga prolongando. Es hora de que las autoridades dejen de pasarse las responsabilidades y alguien asuma el compromiso que les dimos. Orlando A. Peralta. LE: 6.207.320. Santo Tomé.