Política: POLI-01

El PJ conserva la mayoría y quórum propio en el Senado

El Litoral. ENCOLUMNADOS. Con algunos cambios de caras, éste es el aspecto que el gobierno nacional espera para la Cámara Alta.
En diciembre se renueva un tercio de los senadores elegidos en 2001. El peronismo tendrá 41 ó 42 senadores propios. Deberán designar un presidente provisional en reemplazo de Gioja.


La renovación parcial del Senado, con la llegada de 24 senadores provenientes de 8 provincias, no alterará sustancialmente la relación de fuerzas que existe hoy, por lo que el peronismo mantendrá el quórum propio y la UCR, pese a perder integrantes, será la primera minoría.

La abrumadora mayoría de senadores peronistas traslada al seno de ese bloque la discusión sobre el reparto de los principales espacios de poder dentro de la Cámara, dejando en un segundo plano a radicales y representantes de partidos provinciales.

Es que a partir de la renovación, el bloque del PJ quedaría integrado por 41 o 42 senadores, el radical con 13 o 14 y habrá 16 o 17 representantes de bloques uninominales o de dos integrantes como máximo.

En esta instancia será clave el reagrupamiento de los senadores peronistas que integran el bloque, donde jugará un papel preponderante la posición de cada uno en las últimas elecciones presidenciales y en las respectivas contiendas provinciales.

El recambio generará un reacomodamiento de los senadores que buscarán lugares clave como la presidencia provisional del cuerpo, las titularidades de los bloques o las presidencias de algunas comisiones.

Presidencia provisional


El principal lugar a ocupar será la presidencia provisional del Senado, que quedará vacante tras la partida del sanjuanino José Luis Gioja a la gobernación de su provincia, que ganó en las elecciones del pasado domingo 5.

Pese a que dentro del bloque muchos consideran que el lugar lo debería ocupar la esposa del presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, la posibilidad está casi descartada: el argumento principal habla de evitar cualquier paralelismo con el gobierno menemista.

En caso de que Cristina Kirchner no ocupe el lugar, los nombres que suenan son los del rionegrino Miguel Pichetto, la bonaerense Mabel Müller, el jujeño Guillermo Jenefes y el chubutense Marcelo Guinle.

Este último -otro patagónico, al cabo- es el que cuenta con más chances de acceder a la presidencia provisional debido al consenso que reúne entre sus compañeros y a su afinidad con el presidente de la Nación, alimentada por su condición de sureño.

Además, Pichetto está casi descartado porque hay una buena opinión sobre su labor como presidente de bloque, por lo que mantendría el cargo; y Jenefes porque llegaría apadrinado por el gobernador de su provincia, Eduardo Fellner, ya premiado con un lugar de importancia en la conducción del partido.

Las aspiraciones de Müller, en tanto, parecen echadas por tierra porque el peronismo bonaerense maneja la presidencia y el bloque oficialista en Diputados, aunque también restó el hecho de que se autopostulara, que causó disgusto en muchos pares.

El bloque


Descontando que Pichetto seguirá al frente del bloque, restan definir también las presidencias de algunas comisiones clave como la de Acuerdos, que trabaja sobre la designación de jueces y ascensos de militares; la de Presupuesto y Hacienda, que define sobre las partidas presupuestarias; y la de Economía, que lo hace sobre el sistema financiero.

De allí se irán Jorge Busti -si accede, como indican las encuestas, a la gobernación de Entre Ríos-, el pampeano Carlos Verna y el santafesino Oscar Lamberto.

Los candidatos a reemplazarlos surgirían de quienes hoy integran el bloque, por lo que el tema se resolvería antes de la llegada de los nuevos senadores, que según definió un veterano legislador, "deberán pagar derecho de piso".

El riojano Jorge Yoma es el nombre más firme para hacerse cargo de la presidencia de Acuerdos y el chaqueño Jorge Capitanich se perfila para ocupar una de las dos restantes. El resto de los nombres está atado a quien ocupe la presidencia provisional.

Con este panorama, algunos de los nuevos senadores, con antecedentes importantes en sus gestiones provinciales, como el santafesino Carlos Reutemann o el pampeano Rubén Marín, deberán esperar sus turnos para acceder a posiciones de poder.

Una de las hipótesis que se maneja en el Parlamento es que si son discriminados podrían integrar junto a otros senadores, que ya tienen sus escaños, un foco de oposición a la política del gobierno.

Se acercarían a ese núcleo senadores como el riojano Eduardo Menem, el misionero Ramón Puerta, los salteños Marcelo López Arias y Sonia Escudero y la fueguina Mabel Caparrós, entre otros.