El cautiverio duró diez días. La familia no tenía dinero para pagar. Tras una emboscada la policía rescató con vida al chico.
Buenos Aires.- Un joven de 30 años hijo de un comerciante, que había sido secuestrado hace diez días en el partido bonaerense de Merlo y por quien se pidió un rescate de 100.000 pesos, fue liberado sano y salvo esta madrugada por la Policía, que lo encontró cautivo en un garaje ubicado en pleno centro de la Capital Federal y detuvo a dos personas.
Tras su liberación, la víctima -Roberto Andrés Sánchez- llamó a la sociedad a trabajar para combatir la inseguridad y pidió por Pablo Belluscio, un joven secuestrado hace 38 días, a quien sus captores le cortaron las falanges de dos dedos para presionar a su familia para que pague el rescate.
"Tengo miedo"
"Tengo miedo, lo tuve antes. Hay inseguridad, tenemos que ser realistas: todos tenemos que combatir contra esto, que se tiene que terminar por el bien de todos", dijo el joven en diálogo con la prensa en la puerta de su casa de la calle Bebedero 470 de Merlo.
El joven dijo que durante su cautiverio lo trataron bien, aunque indicó que los secuestradores no le suministraron la medicación para combatir el asma.
Sánchez fue liberado en un procedimiento realizado por la Brigada Antisecuestros bonaerense que conduce el comisario general Angel Casafuz y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón, al mando del comisario mayor Juan Carlos Méndez, con la colaboración de personal de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side).
En el operativo los efectivos detuvieron a dos hombres, uno de ellos de nacionalidad peruana.
En un baño
El joven fue encontrado en el baño de un estacionamiento situado en la calle Suipacha 162. Estaba sobre un colchón tirado en el suelo, con los ojos vendados, encapuchado y maniatado.
El operativo contó con la presencia del ministro de Seguridad bonaerense, Juan José Alvarez, quien dijo que fue "un gran éxito de la Policía Bonaerense".
La liberación del joven se produjo luego de que los secuestradores le dieran instrucciones a la madre de la víctima para efectuar la entrega del dinero en la zona de Haedo.
Sánchez, cuyo padre tiene un negocio mayorista de venta de galletitas, había sido secuestrado el lunes 20 de octubre por cuatro delincuentes que lo sorprendieron cuando iba al negocio situado en Mariano Acosta (Merlo), en su automóvil Renault 19.
Posteriormente los delincuentes se comunicaron con la familia de la víctima y le exigieron un rescate de 100.000 pesos, al tiempo que le ordenaron que no dieran aviso a la policía que, de todos modos, actuó de oficio.
Un ruego
El último fin de semana la familia del joven recibió una llamada amenazante, mediante la cual los captores le indicaban que le enviarían el cadáver del chico si no les pagaban.
Ello influyó decisivamente para que los parientes salieran a hablar el lunes pasado por todos los medios de información indicando que no tenían dinero y que les era imposible juntar esa cifra "ni vendiendo todo el patrimonio de la familia".
Allegados a las investigaciones informaron a DyN que anoche los familiares del joven acordaron, con anuencia de la policía, el pago del rescate -una cifra muy inferior a lo exigido inicialmente-, que debía efectuarse en cercanías del hospital Posadas, en Haedo.
Poco después de la medianoche, Nora Sánchez, madre de la víctima, concurrió al lugar acordado, donde la Policía montó un operativo encubierto.
La mujer llevaba un celular para que los secuestradores se comunicaran con ella y le dieran instrucciones para la entrega del dinero.
Teléfonos locos
Allí los policías detuvieron a un hombre de 32 años, quien se encontraba sobre la colectora de la avenida Gaona con un teléfono celular desde el cual se le daban instrucciones a la madre de Sánchez, cuyo teléfono estaba intervenido, dijeron las fuentes.
Otros efectivos detuvieron en Marconi y Arizona, de El Palomar, a un hombre peruano -de 32 años- a quien también se le secuestró un celular desde el que se le habrían dado indicaciones a la madre de Sánchez. Allí se secuestró un Peugeot 405 en el cual los secuestradores habrían llevado al muchacho.
Las detenciones permitieron a los policías descubrir que Sánchez se encontraba cautivo en un estacionamiento de la Capital Federal, por lo que se dirigieron hacia allí, donde el joven fue liberado ileso.
La Policía secuestró un revólver calibre 32 con cartuchos y numeración suprimida, una capucha, balas y un cargador calibre 9 milímetros y un chaleco antibalas, aparte de los teléfonos celulares y el auto.
Sánchez fue llevado por la policía hasta su casa de Merlo, donde lo esperaban sus padres, su novia y otros familiares que celebraron con emoción su regreso.
Los dos detenidos quedaron a disposición del juez federal de Morón, Jorge Rodríguez, quien lleva adelante la causa por "secuestro extorsivo", pero los investigadores están convencidos de que hay más involucrados.(DyN).
