"Quienes han delinquido merecen asistencia digna; los llamados locos merecen asistencia digna; los menores en conflicto con la ley merecen asistencia digna. Lo indigno es tratar de confundir a la población; lo indigno es que el gobierno no cumpla las leyes; lo indigno es que las "soluciones" de los gobernantes agraven los problemas de todos y cada uno", coincidieron en un documento más de 30 entidades de la provincia que rechazan el proyecto del Ministerio de Gobierno de convertir en cárcel parte del hospital de Colonia Oliveros.

Mientras para hoy estaba previsto que la Cámara de Diputados trate el proyecto para dejar sin efecto la propuesta, ayer trabajadores del hospital realizaron una radio abierta en la peatonal santafesina, y harán lo mismo el sábado en Rosario.

En diálogo con El Litoral, el responsable médico del equipo de dirección del hospital, Oscar Pellegrini, (acompañado por el enfermero y miembro electo del Consejo Jorge Arias) recordó que "esta idea data del año 1996, cuando Roberto Rosúa era ministro de Gobierno y su hijo era abogado del hospital y pretendieron quedarse con el hospital. Todos los años, los ministros echan mano a la supuesta e irreal capacidad ociosa de Oliveros para hacer una cárcel pero nunca conseguimos el apoyo masivo de la sociedad como ahora".

Pellegrini fue más allá y afirmó que "creemos que esta vez intentaron voltear a la dirección para dejar una conducción afín a sus objetivos. Lo que queremos es que se sepulte definitivamente este proyecto, lo que significa que se apruebe un presupuesto para la Dirección de Salud Mental de la provincia que es quien debe tener la dirección técnica de la asistencia, incluso de las personas detenidas, y que se presupueste la Ley de Salud Mental, que data del año 91 y no se ha puesto un solo peso para cumplirla".

Desde la dirección se aclaró que hay un 10% de la institución que no se está utilizando porque no está habitable y no se reciben los fondos para hacer las refacciones.

Por eso, "queremos soluciones de fondo, que empiecen a hacer las cosas en serio y dejen de lado estos manotazos de ahogado frente a situaciones de urgencia como son los motines y las fugas de las comisarías que es lo que siempre motiva la maravillosa idea de estos iluminados de poner una cárcel en un hospital".

"El anuncio del traslado de 300 reclusos, al igual que 40 menores con problemas de adicción a la Colonia Psiquiátrica de Oliveros, pone sobre el tapete una historia no saldada sobre el origen del asilo como depósito de locos, criminales y prostitutas", sostienen en un escrito la diputada nacional Alicia Gutiérrez y la legisladora nacional electa Susana García, donde dejan sentado su pleno rechazo al proyecto de traslado.

"En tanto que los trabajadores de Salud Mental de la institución resisten la apropiación y el determinismo del ministro Bondesío y su cohorte, asistimos preocupados al hermetismo que rodea a las máximas autoridades del ministerio de Salud frente al retorno de prácticas oscurantistas y regresivas", expresan.

Se interrogan luego sobre "si los funcionarios de turno han hecho un recorrido histórico, si han tenido acceso o al menos han acariciado algunos de los textos y escritos que cuentan sobre la historia de la locura, de su encierro y aislamiento; del dolor, del disciplinamiento de los cuerpos, de las prácticas aberrantes ya casi extintas en aras del compromiso con la vida, entendiendo el encierro como fragmentación de la existencia (parafraseando a Kaminsky): "... el encierro no es otra cosa que la vida vuelta contra sí misma..." que otra cosa es si no, instalar un sistema penitenciario dentro de un espacio de Salud Mental, levantando cercos perimetrales de contención, implementando políticas de aislamiento y represión como un retorno hacia los años crueles de la Argentina?".

Casi 500 pacientes crónicos pernoctan diariamente en el hospital de Colonia Oliveros.

100 pacientes son ambulatorios.