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El ministro español de Interior en funciones, Angel Acebes, dijo hoy que tras los arrestos llevados a cabo por la policía y el suicidio anoche de cuatro terroristas islámicos, "el núcleo central" de los responsables de los atentados del 11 de marzo en Madrid "ha sido detenido o habrían muerto".
Así lo informó hoy, en una conferencia de prensa, el ministro español de Interior en funciones, quien indicó que Ben Abdelmajid, conocido como El Tunecino y presunto coordinador de los atentados del 11 de marzo en Madrid, figura entre los terroristas islámicos que se suicidaron ayer, en la localidad madrileña de Leganés.
Tras las detenciones y suicidios, el "núcleo central" de quienes llevaron a cabo las acciones terroristas estarían detenidos o muertos, explicó Acebes.
Precisó que además de El Tunecino han sido identificados otros dos suicidas, Abdennabi Koujaa, de origen marroquí, y de Asri Rifaat Anouar.
Un policía del Grupo Especial de Operaciones (GEO) murió y otros once resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, al suicidarse anoche los cuatro terroristas con una potente carga explosiva.
Los extremistas islámicos se hicieron estallar, sobre las 21 hora local, cuando los agentes de los GEO intentaban acceder al piso en el que se habían atrincherado.
El ministro Acebes agregó que en la vivienda se han hallado explosivos, unos diez kilos de dinamita Goma-2 Eco, y 200 detonadores como los usados en los atentados del 11 de marzo y en la bomba, que no llegó a estallar, el viernes último en la línea ferroviaria de alta velocidad que une Madrid con Sevilla.
Por ello, el ministerio español del Interior relaciona a los fallecidos con la masacre de Madrid.
Todo ello demuestra, dijo Acebes, la intención de los terroristas de seguir "provocando atentados". Agregó que con la intervención policial de ayer "se han evitado atentados en los próximos días", ya que los terroristas "tenían todos los medios para ejecutarlos".
Hasta ahora, son 24 las personas detenidas en relación con los ataques del 11 de marzo, de las que catorce han ingresado en prisión después de comparecer ante el juez, cinco de ellas bajo la acusación de haber participado directamente en los atentados.
PISCINA CON CADÁVERES
Unos 40 bomberos y policías trabajaban afanosamente hoy en Leganés junto a una piscina de fondo azul cielo, tapizada de escombros y de trozos de cadáveres, ubicada debajo del edificio destruido por la explosión.
En este condominio de 112 departamentos, los terroristas alquilaban desde hacía más o menos un mes el primer piso, por 900 euros, que quedó totalmente destruido, así como los departamentos colindantes y los del piso superior, aunque el edificio quedara en pie.
"Eran norafricanos de una treintena de edad, eran muy amables pero los veíamos muy poco. Estaban allí desde hace un mes y sus ventanas estaban siempre cerradas. No las abrían nunca", declaró José, un vecino de la misma copropiedad, construida hace siete años.
"Estuvimos esperando hasta las tres de la mañana en la calle", interviene su mujer María, "antes de poder volver a casa".
La violencia de la deflagración hizo volar por los aires el frente del edificio en tres de sus costados, proyectando los cuerpos a la piscina en forma de elipse, llena de agua. (AFP)
