Política: POLI-01

"La ley de Lemas terminó con el debate de ideas"

"No vamos a permitir que dirigentes calificados del justicialismo nos agravien y pretendan hacernos cambiar de posición con medidas coercitivas".. FOTO: GUILLERMO DI SALVATORE.
Héctor Cavallero defiende la identidad propia de su partido y, pese a la discusión por el régimen electoral, sostiene su alianza con el PJ. Transversalidad y reforma constitucional.


-En el marco de su alianza con el PJ, los últimos resultados electorales y su condición de funcionario del gobierno de Obeid, ¿cómo evalúa la situación actual del Partido del Progreso Social?

-Recibimos el mensaje electoral de setiembre del año pasado: fui el cuarto candidato más votado, pero pensábamos sacar más votos. La polarización, los apoyos desde la Nación y la gobernación, además de los escasos recursos que contamos, determinaron un resultado.

Pero nosotros no paramos y hemos tenido un gran crecimiento. Entendemos que el PPS es donde se nuclean los socialistas nacionales y humanistas. Un hito ha sido el acto del 1° de Mayo en Rosario, con 4.500 personas, 70 presidentes de comuna, presidentes de concejos municipales, 38 organizaciones sindicales y mucha gente de toda la provincia. En los próximos 60 días, vamos a hacer un acto masivo en la ciudad de Santa Fe. Estamos trabajando con la gente de Nueva Generación (Gerardo Crespi), independientes y referentes de distintos puntos del distrito. Y vamos a inaugurar el local partidario, donde va a funcionar la junta provincial.

-Los diputados de su partido votaron contra el justicialismo con respecto al tratamiento de la derogación de la ley de Lemas. ¿Por qué?

-Cuando se sancionó la ley de Lemas, nuestros diputados votaron en contra. Y en el '96, presentaron un proyecto de derogación, que no tuvo tratamiento por estar en minoría. En cuanto a la última modificación de la ley de Lemas, si bien se terminó consumando, en la oportunidad anterior no se pudo hacer porque nuestros diputados la impidieron.

Creo que la ley de Lemas ha vaciado de discusión política a los partidos, porque cualquiera que tenga los avales se puede presentar. Y la atomización de las representaciones partidarias atenta contra la gobernabilidad -cosa que se ha notado sobre todo en los concejos municipales. Creemos que cumplió un ciclo y, además, somos respetuosos de la voluntad popular: más del 75 % de los votos de la gente en las últimas elecciones fueron a candidatos que habían prometido derogar la ley de Lemas.

-Aun así, la lectura política es que el cavallerismo votó junto a la oposición.

-La diferencia que tenemos con la oposición es que nosotros creemos que no hay que derogar primero la ley de Lemas y luego discutir el sustituto, sino resolverlo en el mismo acto. Transitoriamente por ley y luego, incorporarlo en la Constitución Provincial, para que nadie más lo modifique con simple mayoría y a conveniencia.

Estamos de acuerdo con el proyecto que envió Obeid, salvo en que pensamos que para el electorado debe ser voluntaria, aunque sí tiene que ser obligatoria para los partidos -para evitar que con lista única, una vez más las estructuras impongan candidatos a dedo- y simultánea, para evitar el doble voto.

-¿Cómo analiza la discusión sobre la transversalidad que se da en el justicialismo?

-Es un debate no saldado, que está trayendo consecuencias negativas. Nosotros estamos por los frentes populares: se juntan los partidos, respetando la identidad de cada uno. Cada uno incorpora su fuerza, compatibiliza un programa para llevar adelante un gobierno. Los frentes tienen que ser programáticos y se debe rendir cuentas a la población.

Para los partidos que aspiran a dar soluciones a los problemas de la gente, juntar libres pensadores y ese tipo de cosas, no ha funcionado ni en este ni en otros países del mundo. Creo que el fracaso de la Alianza no es consecuencia sólo de una política equivocada, sino también de esto.

-¿Entonces, tiene que ser verticalista?

-Cuando se gobierna dentro de los límites programáticos que se ha acordado, hay un margen de discusión, pero también hay un marco de disciplina. Los problemas de conciencia son sobre la vida y la muerte, la religión, etc.; no para votar el presupuesto. Si uno fue votado para ser parte de un gobierno y adhirió a una plataforma, dejando sentadas sus diferencias en algunos puntos, en lo demás tiene que acompañar.

Por ejemplo, en todos los problemas que tengan que ver con la gobernabilidad, Obeid va a contar con todo nuestro apoyo. Hay cosas en las que vamos a señalar nuestro desacuerdo, pero las vamos a votar en el recinto, porque son instrumentos que el gobierno necesita para resolver problemas graves, como por ejemplo la reparación a los inundados en Santa Fe.

-Pero después de la votación sobre la ley de Lemas, hay justicialistas que lo quieren echar.

-Evidentemente, hay personas que han elegido el camino del agravio. Nosotros vamos a iniciar las consultas con el justicialismo, porque queremos saber orgánicamente qué piensan ellos de la alianza con nosotros y el futuro de esa alianza. Porque no vamos a permitir que dirigentes calificados de nuestro partido aliado nos agravien permanentemente y de manera injusta. Los que piensan que con medidas coercitivas nos van a hacer cambiar de posición, no nos conocen. Y es una falta de respeto total y absoluta para quienes hacemos política por ideas.

Reforma política


-También impulsa ideas propias en cuanto a la reforma constitucional.

-El planteo de máxima -que vamos a poner a consideración de los demás partidos en una ronda de consultas, para buscar consensos- parte de que la actual Constitución no cubre las expectativas de la gente. Creemos que hay que hacer una profunda reforma política.

Por eso proponemos una democracia semi-parlamentaria (que el gobernador necesite aprobación legislativa para su gabinete y sus lineamientos de gobierno); una reforma del Poder Judicial (elección de jueces por concurso público y que deban revalidar sus títulos periódicamente, una comisión de control de calidad del servicio); en lo legislativo, la unicameralidad mixta (una Asamblea Legislativa, compuesta por senadores departamentales y diputados electos por proporción de población).

También planteamos la autonomía municipal, pero voluntaria, para todos los municipios de primera y segunda autonomía. Además, autonomía plena: institucional, política, administrativa y económica-financiera.