El anuncio del nuevo gobierno iraquí coincidió con una serie de violentos atentados. El flamante mandatario llamó a una restauración de la "soberanía completa". Previo a su elección, otro candidato rival había sido designado presidente pero renunció a las pocas horas. Algunos de los ministros del ahora disuelto Consejo de Gobierno conservan sus puestos en el nuevo gabinete transitorio.