Persona & Sociedad: PER-01

El Calafate, para volver siempre

El glaciar, una de las maravillas de El Calafate, parte de las 600 mil hectáreas vírgenes del Parque Nacional Los Glaciares.. 
En invierno, la región ofrece alternativas para vivir a pleno la Patagonia. Mitad leyenda, mitad verdad, quien conoce El Calafate asegura su retorno. La zona se prepara con todo para esta temporada 2004.


Soplaron los vientos, se calmó el frío y la leyenda de la anciana Koonex -que luego de su muerte se convirtió en arbusto- daría los frutos más exquisitos y la leyenda "el que come Calafate, siempre vuelve". Y el que logra encerrar entre sus ojos el misterio de El Calafate, también.

Pintoresco por excelencia, El Calafate está emplazado al pie del cerro homónimo y a orillas del lago Argentino, a 185 m sobre el nivel del mar. Apenas 315 km lo separan de Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz.

Es característica su edificación que está realizada en su mayoría con techos a dos aguas, constituido además por distintos barrios de similares construcciones.

Hacen más bello este lugar el verde colorido de su vegetación, compuesta por flores de distinto tipo, entre las que se destacan los rosales; además de la cantidad de árboles y pinos que adornan el centro de esta Villa Turística, (actualmente 11.000 habitantes). Es de destacar el sentido solidario y comunicativo de su gente, signos de vital importancia para el viajero.

Esta temporada


Nuevamente, El Calafate se prepara para recibir a los viajeros del mundo entero durante los meses del invierno, poniendo en marcha una enorme cantidad de servicios pensados para satisfacer las necesidades de los turistas. Ofrece más de 75 opciones de alojamiento y medio centenar de bares y restaurantes esperan con sus puertas abiertas a los visitantes, que también podrán disfrutar de todas las excursiones que hacen de éste un destino único.

Cada persona que llega en invierno hasta esta mágica región de la provincia de Santa Cruz podrá insertarse a pleno en la naturaleza a través de múltiples actividades como cabalgatas, caminatas guiadas, excursiones en 4x4 o navegaciones por el lago Argentino hacia los diferentes glaciares. Incluso, durante el invierno, existen posibilidades únicas, como es patinar frente a la ciudad en las aguas congeladas que forman la pista natural más grande de Sudamérica.

En 2003, El Calafate exhibía una oferta de alojamiento que rondaba las 1.500 plazas en hoteles, hosterías, albergues y apart hoteles. En 2004, este número creció hasta redondear 2.320 plazas, que estarán disponibles de mayo a setiembre.

Este número, que puede parecer pequeño respecto de otros grandes centros turísticos, es equivalente a más del 100% de las plazas totales que se vendían en temporada alta hace apenas 5 años.

Por supuesto, este incremento se vio acompañado por un fenómeno similar en el rubro gastronomía, ya que en la actualidad será posible contar con 1.112 cubiertos en restaurantes y otros 984 distribuidos en casas de té, pizzerías, bares y parrillas.

Todas las posibilidades


También en invierno, El Calafate y la región de los glaciares ofrecen alternativas únicas para vivir la Patagonia a pleno, en contacto directo con la naturaleza.

No hay dudas de que el glaciar Perito Moreno es la estrella en la región, al punto que sólo alrededor de esta mole de hielo se realizan una decena de actividades diferentes. Pero desde El Calafate se puede emprender una gran variedad de excursiones imperdibles: Minitrekking sobre el glaciar, navegación lacustre, cabalgatas, excursiones en 4x4, visitas a las cuevas de Walichu y Punta Bonita, donde se pueden ver las primeras pinturas rupestres descubiertas en la provincia, que cuentan con una antigüedad de más de diez mil años, y pesca con mosca.

A todo o nada


El Calafate es, como la Patagonia, sinónimo de condiciones extremas, sin embargo, conviene derribar algunos mitos respecto de este tema. Se registran apenas 300 mm anuales de precipitaciones, parte de ellas en forma de nieve. Esto asegura gran cantidad de días con cielo diáfano, sin nubes. En la zona de los glaciares, las lluvias aumentan hasta los 1.000 a 1.500 milímetros.

Las aguas del lago Argentino ayudan a elevar la temperatura media, mientras las laderas ubicadas al sur funcionan como una protección natural frente a los vientos cordilleranos, dando como resultado un clima más benigno que el de las mesetas circundantes.

Durante el invierno, los días en El Calafate transcurren con cielos claros y despejados, máximas de hasta 12° y mínimas bajo cero, por lo que es imprescindible llevar buena ropa de abrigo. En el verano, los días se vuelven más largos y es posible disfrutar de hasta 17 horas de luz. También se incrementan los vientos y la temperatura máxima media es de 18,6º C.

Con regreso


Los secretos, la belleza, la inmaculada serenidad de la nieve bordeando la vista y el paisaje son el sello de garantía de que cada uno de los turistas que ha estado en la zona, volverá. Para recrear la imagen, para saciar la vista, para volver a vivir los días que brinda un paseo por El Calafate.

Proteger lo nuestro


Los Parques Nacionales, Reservas Nacionales y Monumentos Naturales son áreas que por belleza, flora o fauna autóctona, o en razón de interés científico determinado, deben ser protegidas y conservadas para investigaciones, estudios y educación.

Cabe destacar su importancia por constituir un patrimonio genuino y otorgar a generaciones presentes y futuras la posibilidad de gozar de esa belleza. En el caso particular del Parque Nacional Los Glaciares, fue creado en 1937 por ley 13.895; se encuentra al sudoeste de la provincia de Santa Cruz y posee 600.000 ha de las cuales 154.000 pertenecen al sector de Reserva Nacional. En el año 1981, fue declarado por la Unesco Patrimonio Natural Mundial.

Esta categoría la reciben áreas que constituyen; hábitat de especies escasas o amenazadas y sitios de alto valor paisajístico. Su objetivo es preservar, conservar, rehabilitar y transmitir a las presentes y futuras generaciones, el patrimonio mundial y cultural que posee.

Masas de hielo


Un glaciar es un río de agua en estado sólido, una masa de hielo y nieve en continuo desplazamiento, con determinada velocidad según la pendiente y el volumen. Se forma en la parte superior llamada ventisquero, por la acumulación de nieve en gran cantidad, sobre la región de las nieves eternas. El proceso para la formación del hielo glaciario -masa cristalina azulada- se realiza por la acumulación de varias nevadas produciendo la liberación del aire con su peso: los ""cristales de nieve" que se funden formando ""gránulos" más comprimidos transforman a la masa en densa ""nevisca", hasta convertirse en un geloide al adquirir mayor transparencia y dureza. Las condiciones fundamentales son grandes nevadas y que la temperatura media anual permita conservar esa nieve caída. Debido a la altitud en que la temperatura ambiente es superior a 0, hay un lugar que no permite conservar la consistencia del hielo ni continuar con la formación de éste, es la denominada zona de ablación. Se clasifica en función de dos factores: su temperatura, templados por estar situado en las latitudes más templadas; y en cuanto a su morfología: Indlansis: o enormes superficies horizontales de hielo (Hielo Continental Patagónico).

De circo: ocupan las partes superiores de los circos montañosos.

De valle: discurren por un valle definido.

Piedemonte: los de valle que al llegar al llano ensanchan su frente en forma de abanico

los alimentados por otro menores que en los costados engrosan su caudal -glaciares Cono y Bertachi- afluentes del Upsala.

De calving: cuando su frente está en contacto con el agua, perdiendo gran parte de su masa con el desprendimiento de témpanos -Upsala, Moreno, Spegazzini en el Lago Argentino y Viedma en el Lago Homónimo.

Para hospedarse


Los rangos de precios por habitación en base doble son:

  • Hotel 4 estrellas $ 450
  • Hotel 3 estrellas $ 215 a $ 315
  • Hotel 1 estrella $ 50
  • Hosterías $ 100 a $ 270
  • Albergue $ 15 a $ 25 por persona