Deportes: DEPO-05 Partido histórico en la Bombonera
Es la primera vez que un partido se juega sin la presencia del público visitante.


Boca recibirá hoy a River por la primera semifinal de la Copa Libertadores 2004, en un partido histórico para el fútbol argentino, dado que será la primera vez que se enfrenten en esta instancia del máximo torneo continental y con la orden de no albergar público visitante.

Con el recuerdo fresco de la eliminación de River que Boca propició en cuartos de final hace 4 años, los dos clubes argentinos más poderosos se medirán esta vez en el paso previo a las finales de la Libertadores, con el hecho sin precedentes de la prohibición del ingreso de hinchas visitantes determinada por el Comité de Seguridad Deportiva.

El encuentro se disputará desde las 21.10 de Buenos Aires en la Bombonera, irá televisado en vivo por Canal 13 para Capital y Fox Sports para el interior, y será arbitrado por Claudio Martín (Sergio Cagni y Juan Carlos Rebollo serán los asistentes y Gabriel Brazenas, el cuarto juez).

Boca y River ya se enfrentaron en semifinales de un certamen sudamericano: fue en la Supercopa 1994 (finalmente ganada por Independiente), en la que el equipo de la Ribera, dirigido por César Luis Menotti, eliminó al conjunto "millonario", orientado por Américo Gallego, en definición por tiros desde el punto del penal.

Y el "Tolo" sufrió otro golpe del equipo auriazul, mucho más duro por cierto, en la Libertadores 2000, con aquel 0-3 en la Bombonera que selló el gol de Martín Palermo, quien volvió a jugar esa noche luego de haber quedado inactivo durante 6 meses por una ruptura de ligamentos.

Por la curiosa decisión de los organismos de seguridad en espectáculos deportivos, esta vez la autodenominada "Número 12" no tendría rival: el condicional responde a que el eterno ingenio argentino para burlar las disposiciones legales puede permitir finalmente que haya hinchas de River para alentar al conjunto de Leonardo Astrada.

No obstante, los de Núñez tendrán su compensación el 17 de junio, cuando se juegue en el Monumental la revancha de la semifinal y sean los simpatizantes boquenses los que tendrán vedado el acceso al estadio.

En el plano futbolístico, los dos equipos llegan a este partido con la hegemonía a pleno en el ámbito doméstico, marcada también porque ambos luchan palmo a palmo por el título del torneo Clausura.

Sin dudas, el triunfo (1-0) de River del 16 de mayo pasado, en la Bombonera y por el Clausura, determinó un punto de inflexión en la predisposición anímica y la perspectiva futbolística de los dos conjuntos.

Ahora el "candidato" es River y el que "viene de punto" es Boca, pero el maravilloso "aquí y ahora" que plantea el fútbol es capaz de deshacer cualquier pronóstico.

Carlos Bianchi, quien pretende llegar por quinta vez a las finales de la Libertadores, evalúa la conveniencia de apostar al poderío ofensivo o mantener el clásico equilibrio de sus equipos en el medio campo.

La coexistencia en el campo de Carlos Tévez, Guillermo Barros Schelotto y Antonio Barijho le daría a Boca la presencia en ataque que se le reclamó en el superclásico anterior, mientras que el ingreso de Miguel Caneo aportaría llegada por la izquierda, además de sostener la disposición de cuatro volantes en línea.

Por el lado de River, Astrada propondrá la fórmula que le dio la victoria en el Clausura, con la presencia de dos centrodelanteros como Fernando Cavenaghi y Maximiliano López, capaces de ir al mano a mano con los dos marcadores centrales "xeneizes".

Asimismo, Javier Mascherano y Claudio Husain serán los encargados de brindar la recuperación que el esquema clásico no garantiza, curiosamente frente a un rival que carece de armadores naturales.

El Boca-River "histórico" está a un paso y sobrevive por su importancia intrínseca a la posibilidad de un éxito visitante sin destinatario en las tribunas, gracias a las decisiones superficiales de los que deben encontrar soluciones de fondo al flagelo de la violencia.

San Pablo falló en la definición


San Pablo de Brasil no pudo seguir con su racha exitosa de victorias en el Morumbí, ya que había ganado todos los partidos en su estadio, al empatar anoche sin goles frente a la sorpresa de la Copa Libertadores de América, el colombiano Once Caldas, en el encuentro de ida por una de las semifinales del certamen.

Ahora, la serie se definirá dentro de una semana en Manizales y ahí se conocerá el rival en la final de Boca Juniors o River Plate.

Al final, lo que parecía fiesta para los 69.975 hinchas de San Pablo que le dieron un marco espectacular al Morumbí se convirtió en frustración. Y casi en "tragedia" si Jefrey Díaz hubiera convertido en el epílogo del encuentro, tras una gran jugada personal.

Por lo que la felicidad se trasladó hacia un grupo de sólo 150 hinchas colombianos, ya que la revancha se jugará el miércoles 16 en el estadio Palogrande, de Manizales. Ahí se define esta historia, que tiene un final abierto. Cualquiera puede definir la Libertadores con Boca Juniors o River Plate.

San Pablo......0 - Once Caldas..0


San Pablo: Rogerio Ceni; Cicinho, Fabao, Rodrigo y Gustavo Nery; Alexandre, Fabio Simplicio y Danilo; Souza; Grafite y Luis Fabiano. DT: Alexi Stival 'Cuca'.

Once Caldas (Colombia): Henao; Rojas, Vanegas, Cataño y García; Viáfra, Velásquez, Arango y Soto; Valentierra; Alcázar. DT: Luis Fernando Montoya.

Goles: no hubo.

Cambios: en el segundo tiempo; antes de comenzar, Tardelli por Souza (SP), 15 min. Gabriel por Danilo (SP), 28 min. Jefrey Díaz por Alcázar (OC), 29 min. Ailton por Grafite (SP), 30 min. Ortegón por Soto (OC) y 43 min. Raúl Marín por Valentierra (OC).