El Senado aprobó ayer los pliegos de la camarista Elena Highton de Nolasco, para que integre la Corte Suprema de Justicia, y del ex ministro del Interior, Esteban Righi, postulado como procurador general de la Nación, ambos impulsados por el gobierno nacional.

De esta manera, Highton, que cosechó 51 votos a favor y 5 en contra, pasará a ocupar el cargo dejado vacante por el destituido Eduardo Moliné O'Connor y se convertirá en la primera mujer en llegar Alto Tribunal durante un gobierno democrático.

En contra de su nominación estuvieron el radical independiente Rodolfo Terragno, el bonaerense Antonio Cafiero (quienes cuestionaron que fue jueza durante la dictadura), el radical rionegrino Luis Falcó (quien postula la reducción del número de integrantes de la Corte), mientras la justicialista puntana Liliana Negre de Alonso y la renovadora sanjuanina Nancy Avelín criticaron sus posiciones respecto al aborto.

Terragno abrió el fuego y, si bien reconoció los méritos académicos y profesionales de Highton, destacó que asumió como jueza "en mayo de 1979", mediante un decreto firmado por Jorge Rafael Videla.

En ese sentido, argumentó que al haber sido jueza de la dictadura aceptó la violación de la Carta Magna y que por esa razón "no puede ser intérprete de la Constitución". A la vez, calificó de "preocupante" que "los dos nombramientos" impulsados por el gobierno (por Highton y Eugenio Zaffaroni) sean "dos jueces que juraron lealtad al Proceso de Reorganización Nacional".

En la misma línea, Cafiero recordó que él fue "víctima de los jueces de la dictadura y estamos ante una persona que se ha iniciado en la Justicia en una dictadura militar" y alegó que "los jueces de todos las dictaduras no fueron imparciales".

Negre lamentó "votar negativamente" contra Highton, pero dijo que durante la audiencia pública, realizada el lunes de la semana anterior, la magistrada se "escudó en el prejuzgamiento" para evitar definir una opinión respecto al aborto.

"No puedo votar por una persona que no me garantice que va a proteger el derecho a la vida desde la concepción", señaló la puntana.

La defensa del pliego la realizó el presidente de la Comisión de Acuerdos, Jorge Yoma, quien desestimó las impugnaciones presentadas contra la postulante. Además le replicó a Negre, cuando sostuvo que su postura denotaba "prejuicio" contra Highton por ser mujer, y detalló que la candidatura de Righi fue votada por "unanimidad" pero a nadie se le ocurrió pedirle opinión sobre el tema del aborto cuando el ex ministro de Cámpora "escribió un libro" sobre ese tema.

Yoma además refirió al pasado judicial de la candidata y recordó que "se inició en la Justicia durante el gobierno constitucional de Cámpora" y que ella fue ratificada como jueza en 1984 por el Congreso. Además, le recordó a Cafiero que él mismo había votado en 1994 el pliego de Highton.

A su turno, el jefe del bloque del PJ, Miguel Pichetto, recordó que "el dictamen de la comisión salió por unanimidad" y dijo que "no podemos estar planteando permanente el tema del aborto" y dijo que cree "en una sociedad en que el rol de la Iglesia esté menos referido a las cuestión de Estado y más ligado a la pastoral y la prédica".

El pliego de Righi pasó sin ningún tipo tropiezos por el recinto, consiguió 56 votos a favor y cosechó elogios desde los distintos sectores, como el lopezmurphysta Ricardo Gómez Diez, el radical Norberto Massoni, la frepasista Diana Conti y Avelín.

En un trabajo titulado La salud, la vida y la muerte, un problema ético-jurídico: el difuso límite entre el daño y el beneficio a la persona, Highton sostuvo que el tema del aborto no sólo confronta los intereses de la madre con los del embrión sino que también existe un "conflicto propio del derecho del no nacido y no querido".

"Debe resolverse dónde hay daño, si en la supresión de la persona o futura persona o en llevar un embarazo a término y hacer ver la luz a un niño forzadamente, para que sea maltratado, quede abandonado física o moralmente o esté a cargo de instituciones de beneficencia y del Estado", escribió Highton, la primera mujer que se incorporará a la Corte.