Kirchner busca apoyo en los partidos políticos

Recomponer el vínculo con el peronismo y abrir un canal de diálogo con sectores de la oposición. Son las metas que el presidente Néstor Kirchner parece haber fijado para enfrentar una nueva etapa en su gestión, signada por el inicio de una instancia crucial en la negociación con el FMI y las derivaciones de la crisis política que desnudó el alejamiento de Gustavo Béliz del Ministerio de Justicia.

Los gestos hacia el PJ y la dirigencia de la Unión Cívica Radical, primera minoría en el Congreso de la Nación, dejaron definitivamente en suspenso el proyecto de armado de un espacio político "transversal" para, en cambio, abrir al gobierno hacia un principio de entendimiento con los partidos tradicionales de los que, hasta ahora, Kirchner buscó diferenciarse.

El proceso de distensión con el peronismo avanza por dos cuerdas. En la Casa Rosada descuentan que Kirchner finalmente aceptará ejercer la jefatura del Consejo Nacional del PJ secundado por el gobernador jujeño, Eduardo Fellner, y confían en que el presidente evitará ahondar la pelea con el líder bonaerense, Eduardo Duhalde. "La idea es que antes de fin de año, Kirchner quede al frente del partido", ampliaron las fuentes consultadas por este diario.

El acercamiento deberá sortear una prueba de fuego con los primeros movimientos electorales en la provincia de Buenos Aires.

Aunque todo indica que evitará una confrontación plena, el presidente está decidido a ganar espacio en el primer distrito electoral del país en las legislativas de 2005 y por eso especula desde hace tiempo con la candidatura de su esposa, la senadora nacional Cristina Fernández. Duhalde, a su vez, mantiene la convicción de no ceder el poder de decisión sobre el armado de las listas.

Como el peronismo nacional, el PJ bonaerense también se encamina a una reorganización. La mayoría de la dirigencia provincial aprueba que el ex presidente asuma formalmente su rol de liderazgo y neutralice los intentos de proyección del gobernador Felipe Solá que, según especulan en el duhaldismo, aparentan estar alineados con la estrategia de la Casa Rosada.

Las señales de Kirchner al PJ se tradujeron también en los últimos días con el reconocimiento de las nuevas autoridades de la CGT y la llegada a la Secretaría de Seguridad de Alberto Iribarne, un hombre de estrecho vínculo con el duhaldismo. El gobierno, según confiaron fuentes oficiales a este diario, aspira a cerrar la secuencia con una reunión entre el jefe de Estado y las bancadas legislativas del PJ.

Vínculos con el Congreso

"Está el guiño para comenzar a preparar el encuentro con los diputados", revelaron fuentes del PJ en la Cámara Baja.

El llamado a la UCR para sentarse a una mesa de diálogo con el poder central está atado a la recomposición del vínculo con las bancadas parlamentarias del PJ. Sucede que, como varios integrantes del gabinete nacional, sus principales referentes suelen quejarse del estilo presidencial en el manejo de los tiempos políticos y de los "casi nulos" intercambios sobre cuestiones clave para la gestión.

El gobierno necesita aceitar la relación con el Congreso para, en el corto plazo, lograr la sanción de la ley de responsabilidad fiscal, una iniciativa que integra la lista de exigencias inmediatas del FMI hacia la Argentina, y avanzar en el tratamiento de varios proyectos sobre seguridad, el tema que, junto a la política frente a la protesta social, desencadenó la primera crisis política en la administración Kirchner.

La Casa Rosada planea otorgarle un carácter institucional a la idea de un entendimiento con el radicalismo.

Con ese objetivo, Kirchner invitó al jefe de la bancada de senadores de la UCR, Mario Losada, a su gira por Bolivia y Venezuela, y nombró al ex presidente Raúl Alfonsín como observador en el referéndum revocatorio de Venezuela del 15 de agosto próximo. Y espera la visita en la Casa de Gobierno, también a mediados de mes, del titular del radicalismo, el chaqueño Angel Rozas.

Las conversaciones con el resto de la oposición -Elisa Carrió por el ARI, Ricardo López Murphy por Recrear y Mauricio Macri por Compromiso para el Cambio- ocuparán, al menos en la primera etapa del plan oficial, un segundo plano. "La relación con el radicalismo es vital para llevar con éxito la agenda legislativa", explicaron fuentes parlamentarias del peronismo.

Viviana Mariño (CMI)