Algunas viviendas del asentamiento de inundados ubicado en el barrio Loyola Norte no están habitadas por los adjudicatarios de las casas sino por otra gente que alega haber recibido la unidad en préstamo o intercambio con conocidos.

Sin embargo, el contrato de comodato que firmó cada beneficiario dice que la Municipalidad destinará al comodatario una parcela para vivienda de su grupo familiar exclusivamente, quedándole expresamente prohibido ceder, transferir, alquilar y/o subarrendar a cualquier título, incluido gratuito, los derechos emergentes del contrato.

La Municipalidad tiene en su poder el listado completo de los adjudicatarios de esas casas, financiadas con aportes internacionales. Pero en cuanto al seguimiento, si bien lo realiza de "motus propio", alega que para readjudicarlas debe, primero, recibir la renuncia por parte del beneficiario y después pedir la autorización de Cruz Roja Alemana, entidad que financió con fondos de la Unión Europea, las unidades habitacionales de Loyola, Las Delicias y Callejón Roca.

Por otro lado, el coordinador del proyecto de módulos evolutivos de la Cruz Roja, Omar Descalzi, aseguró que la intervención del organismo finalizó con la donación de los módulos de las viviendas, y que es competencia del municipio entregarla a otra persona en caso de abandono, por ejemplo.

Casos de este tipo se presentan en el asentamiento de Callejón Roca, al este de Aristóbulo del Valle, donde hace poco se informaba que algunas casas están siendo deshabitadas a raíz de la inseguridad que reina en el lugar, gobernado por bandas delictivas.