El emblemático edificio del Molino Harinero Santa Fe ubicado en Bv. Gálvez y Pedro Vittori, que fuera construido en 1920, será utilizado por la Policía de la provincia como asentamiento para la patrulla urbana creada hace unos meses. Luego de un frustrado comodato a la Fundación Santa Fe Activa, a quienes se les había cedido el predio a los fines de instrumentar procesos industriales con jóvenes en riesgo, el deterioro continúa avanzando sobre su superficie.

Cabe recordar que la empresa propietaria había solicitado un crédito hipotecario al Banco Santa Fe -cuando era estatal-, que intentó compensar con el predio, propuesta denegada por los acreedores. En el 2002, fue cedido en comodato para que esa institución llevara adelante un proyecto solidario. Sin embargo, la iniciativa nunca tomó el curso esperado y la estructura de la ex planta procesadora de granos sufrió las consecuencias.

Desde la Fundación apuntan hacia el gobierno y la Policía que "no nos permitieron trabajar. Nos usaron para hacer cerramientos y mejoras y después la provincia se quedó con el predio". Las integrantes de esta ONG debían reacondicionar el edificio para que menores en conflicto con la ley penal llevaran adelante iniciativas industriales.

A pesar de los dichos de representantes de la asociación, desde el juzgado de la 1a. nominación a cargo del Dr. Daniel Celli se aseguró que la posibilidad de que Santa Fe Activa utilizara el predio sin costo alguno tenía un plazo concreto -hasta el 30 de diciembre de 2003. A partir de allí, concluido el tiempo acordado inicialmente, la Fundación no pidió la prórroga que estaba contemplada por seis meses en el acuerdo inicial. En el expediente la entidad expuso un informe, afirmando que encontraron trabas para la implementación de lo planificado, les habría faltado el cupo necesario de menores entre 17 y 20 años, que eran los destinatarios del proyecto.

Actualmente hay un pedido de la Policía en el juzgado para utilizar las instalaciones del Molino como pabellón de estacionamiento para la patrulla urbana, que ya está asentada en el lugar. En los hechos, faltaría que la Fundación Santa Fe Activa devuelva el predio de la misma manera en que le fue adjudicado, con intervención del oficial de Justicia y el síndico.

Desde el juzgado, se aseguró que "la Policía está en el lugar porque la ONG pidió su custodia, sin bien el acceso está en trámite. En principio, la Policía hacía guardia y ahora están regularizando su situación". La fuerza de seguridad ve esta locación como positiva, ya que "a la Policía le brinda un espacio de ubicación estratégica y, además, ésta sirve de custodia para el edificio".

Desde la Dirección del Menor en Conflicto con la Ley Penal, que tenía a su cargo el seguimiento de la propuesta de la Fundación Santa Fe Activa, se expresó que en el debate de "una serie de requisitos" que impartió el organismo "se diluyó la materialización de la propuesta hasta la fecha".

Para que los menores "pudieran ser aprendices en talleres productivos, creados y sostenidos por la Fundación Activa", la dirección le solicitó el cumplimiento de "autorización de los padres y de los jueces, beneficio de refrigerio, transporte, indumentaria, seguro por accidente de trabajo para los menores, como así también el pago de un estímulo según la tarea realizada". En síntesis, las obligaciones impuestas a la ONG, que obedecían a la protección de los jóvenes, no se cumplieron.

La estructura del Molino Franchino, con sus silos, escaleras y balcones de madera, da como resultado una imagen que se inscribe en las características utilitarias y funcionalista.

Las principales modificaciones al edificio, construido en 1920, fueron realizadas en 1962 y 1973. La primera debido a un incendio que obligó a la restauración de parte del solar. Diez años después, se construyeron los silos para embolse de harina.