Cristian Imhoff es de Franck, Luciano De Cecco de Santa Fe y Lucas Tell de Santa Clara de Buena Vista y el pasado fin de semana se coronaron subcampeones de la Liga Bonaerense con Bolívar Voley, el equipo que patrocina Marcelo Tinelli, bicampeón de la Liga Argentina de Clubes.

El plantel de Bolívar formado por pibes seleccionados de todo el país -sin las figuras de la Liga ni Daniel Castellani, el técnico- realizó una gran campaña en su debut en la competencia de la provincia de Buenos Aires: cosechó 20 victorias y 7 derrotas y forzó la definición del torneo al quinto cotejo de la serie final ante el defensor del título, Azul Voley.

Imhoff, De Cecco y Tell fueron seleccionados entre más de 300 postulantes para integrar el denominado Plan de Talentos que lleva adelante la productora del conductor: Ideas del Sur. El proyecto arrancó en el mes de marzo, bajo la conducción técnica de otro santafesino, el profesor Mario Martínez de El Trébol.

Los jugadores viven y estudian en la ciudad de San Carlos de Bolívar, provincia de Buenos Aires. Población de 35.000 habitantes, distante a unos 700 kilómetros de Santa Fe.

Los Aguiluchos, como se conocen al plantel juvenil de Bolívar, tras esta competencia fueron licenciados por 10 días y retornarán luego a Buenos Aires para continuar

entrenando y con sus respectivas actividades en la escuela y la facultad.

En sus respectivos hogares, El Litoral pudo tomar contacto con estos tres adolescentes santafesinos. Este proyecto constituyó el primer desafío de sus carreras deportivas, que les trajo aparejado también una cuota de sacrificio: dejar su entorno familiar y sus localidades, para insertarse en un plan de entrenamiento a conciencia.

Los tres fueron convocados tras un relevamiento que hizo Mario Martínez por distintos clubes del país.

A Cristian Imhoff (18 años) lo observó en su club de origen Atlético Franck, donde comenzó a jugar a los 10 años.

Cristian, al igual que los otros chicos una vez seleccionados, fueron a otra prueba al club Villa Ballester de Capital Federal y luego viajaron en el verano para entrenar con la primera división del club y ver cómo era la ciudad de Bolívar y el lugar donde iban a vivir y luego recién se incorporaron al programa de talentos.

"Los 17 chicos somos todos del interior y vivimos todos en una casa; además algunos van al colegio secundario y otros a la facultad y entrenamos todos los días", dice el pibe de Franck.

Imhoff dice que en este tiempo transcurrido fue progresando en el juego, "todo el grupo creció y también favoreció estar en una competencia tan fuerte como la Liga Bonaerense, que era un nivel de primera división".

Cristian alcanzó una altura de 2.02, juega en la posición de central y recibió una convocatoria para integrar la selección nacional Sub 19, lo que es un orgullo para él y la comunidad de Franck. "Vamos a jugar un amistoso con Ecuador, para prepararnos para el Sudamericano que es en Chile el 27 de setiembre", dice le jugador que ya consiguió destacarse.

Imhoff nos manifestó que "cuando se dio esta oportunidad no lo dudé, porque era un escalón más de la competencia que podía tener acá y no me equivoqué".

El jugador formado en Atlético Franck reconoció que este club le dio un buen ámbito para desarrollarse, " los jugadores siempre nos sentimos muy cómodos y respaldados, inclusive el gimnasio cuenta con una cancha sintética para jugar los partidos de Liga Santafesina".

Nadie podría imaginarse que el hijo del técnico de básquetbol, Ricardo De Cecco, Luciano de 16 años, armaría las valijas y se iría a probar como talento de vóleibol en el Bolívar Signia.

El chico también fue uno de los seleccionados y debido a que era el más chico de todos, la decisión fue más conversada con sus padres, sobre todo cómo iba a continuar con sus estudios.

Aunque reconoce que al principio extrañó un poco, Luciano de Cecco, que jugaba para el club Gimnasia y Esgrima, pasó a cursar en el colegio Cervantes de Bolívar el 2º año polimodal y pronto se adaptó a sus compañeros. Está trabajando mucho en su función de armador y también ya tuvo su paso en la preselección de menores.

Lucas Tell (18 años) apenas había empezado a familiarizarse con el vóley, cuando ya fue apuntado como talento. Aprendió, como la mayoría, a jugar en el colegio en Santa Clara de Buena Vista. Pero su 1.98 m de estatura fue una atracción y empezó a jugar en Central San Carlos.

Ahí lo vieron y lo que siguió es común a sus compañeros santafesinos. El opinó que "es una buena alternativa, jugar, estudiar y tener todos esos gastos cubiertos". Reconoce que tiene que aprender todavía más en el vóleibol, pero recalcó que la competencia que tuvieron en la Liga Bonaerense fue muy atractiva, " la jugamos con clubes de Azul, Carmen de Areco, Ramallo, Tandil, Olavarría, Mar del Plata".

Los chicos seguirán en este plan de trabajo, y aunque es posible que todavía no integren el plantel de Liga Nacional, podrán jugar a préstamo en otros clubes para competencias menores como el TNA; también integrar los diversos seleccionados argentinos inferiores y salir de gira, dentro y fuera del país.