Rosario (C).- La objeción al avance del cultivo uniforme de soja, la impugnación a un modelo de agricultura dominado por una vanguardia empresarial sin agricultores y la adhesión al mantenimiento de un tipo de cambio como el actual fueron algunos de los postulados políticos que resonaron ayer en la apertura del 92º congreso anual de la Federación Agraria Argentina (FAA), donde convergieron unos 1.200 productores de todo el país, que sesionarán hasta mañana en el Patio de la Madera de Rosario.

Unos 350 delegados de las filiales de la FAA revalidaron ayer el mandato de Eduardo Buzzi, que estará por un nuevo período al frente de la entidad, ante invitados de distintas extracciones y delegaciones de agricultores del Mercosur como Brasil y Paraguay.

En su discurso de apertura, Buzzi alineó la pretensión política de la FAA con la búsqueda "de un modelo de agricultura con agricultores".

El dirigente agrario mostró una vez más la inquietud del sector ante la consolidación del "desierto verde" y dijo que "se profundiza el esquema sojero como casi única alternativa productiva y avanzamos en un solo sentido con escasa capacidad de diversificación de la producción".

También avizoró un horizonte de escasa rentabilidad para los chacareros ante el aumento de insumos, en particular fertilizantes y glifosato, así como el incremento de los arrendamientos, además la carga impositiva. Y puso del lado del gobierno la capacidad de detener la tendencia, a la vez que la de inclinar la concentración del sector primario que beneficia a empresarios con capacidad de inversión y acceso a tecnología.

"O miramos qué hacemos con la gente que sobra en el interior, con los productores excluidos que pertenecen al modelo de explotación mixta, diversificada y de base familiar", sostuvo Buzzi.

La conducción de la FAA también advirtió sobre la pérdida de biodiversidad y degradación de los suelos que promueve el esquema extractivo minero. La consecuencia prevista es un retroceso de la disponibilidad de servicios en el ámbito rural, dificultad de acceso a la salud en muchas regiones y cierre de escuelas rurales.

No faltó el cuestionamiento a "la intención de multinacionales por el cobro de `royalties' al uso de semilla", en transparente alusión a la pretensión de la empresa norteamericana Monsanto de cobrar a productores de soja por el patentamiento del gen de resistencia a glifosato, que los chacareros aseguran pagar en el momento de adquirir la semilla.

"Queremos que al presidente Kirchner le vaya bien, pero no podemos depender de una sola persona en medio de las pulseadas que está dando el poder que no quiere la autodeterminación de todos los argentinos", subrayó Buzzi, que también valoró como "imprescindible" sostener la paridad cambiaria por encima de los 3 pesos por dólar estadounidenses, lo que garantiza excedentes para el campo.

En la ceremonia de apertura, estuvieron el subsecretario de Economía Agropecuaria de la Nación, Javier de Urquiza, el intendente rosarino Miguel Lifschitz, y el ex gobernador de Chaco y titular actual de la UCR, Angel Rozas.

El subsecretario de Economía Agropecuaria de la Nación, Javier de Urquiza, dijo que el gobierno nacional analiza la opción de aumentar las retenciones a la exportación de úrea para detener incrementos en el precio de los fertilizantes nitrogenados.

El funcionario planteó que es una deslealtad comercial que las firmas productoras que usan gas argentino vendan úrea más cara en el mercado interno que en el externo.