Secuestran a ocho empleados de empresa de telefonía en Irak

El primer ministro iraquí, Iyad Alaui, estuvo junto a George W. Bush en la Casa Blanca y dijo que "pese a los reveses, estamos teniendo éxito en Irak".. FOTO: AGENCIA AFP

Sin noticias de las italianas, los periodistas franceses y el inglés. La ola de violencia y secuestros no se detiene. Bombardeo norteamericano sobre la ciudad de Faluja.

Bagdad. - La situación de seguridad se deterioró en Irak este viernes con el secuestro de ocho empleados egipcios e iraquíes de la empresa de telecomunicaciones Iraqna, mientras continuaba la incertidumbre sobre la suerte de dos rehenes italianas, dos franceses y un británico.

Ocho empleados egipcios e iraquíes de la empresa de telecomunicaciones Iraqna fueron secuestrados en Irak hace dos días, indicaron hoy las autoridades iraquíes y un empleado de la empresa.

Al ser interrogado sobre el caso, el Ministerio iraquí del Interior dijo haber sido informado de estos secuestros.

Por su parte, un portavoz del ministerio anunció previamente que dos ingenieros egipcios empleados por Iraqna fueron secuestrados ayer en Bagdad.

La embajada de Egipto en Bagdad afirmó tener conocimiento del secuestro, pero no detalles.

Varias explosiones sacudieron hoy la parte oriental de Faluja (al oeste de Bagdad), cuyos habitantes afirmaron que se trataba de bombardeos de la artillería estadounidense.

Un corresponsal vio humo saliendo de la zona industrial y de la entrada oriental de la ciudad, situada a 50 km al oeste de Bagdad, y aviones estadounidenses sobrevolando el sector.

Pero varios vecinos indicaron que se trataba de una bombardeo con artillería y no de un ataque aéreo.

"ÉXITO"

En Washington, el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, declaró ante el Congreso de Estados Unidos que "pese a los reveses, estamos teniendo éxito en Irak" y aseguró que las elecciones en su país tendrán lugar en enero, como estaba previsto.

"Nosotros estamos mejor, ustedes están mejor y el mundo está mejor desde que Saddam Hussein se fue" de Irak dijo el primer ministro, en inglés, aplaudido por los congresistas.

Un poco más tarde, en una conferencia de prensa junto con Iyad Alaui, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que "la violencia podría aumentar a medida que se aproximen las elecciones de enero".

En Bagdad, las embajadas de Estados Unidos y de Italia indicaron que no podían confirmar la muerte de las dos italianas y un responsable sunnita dijo que dudaba de la ejecución. "No tenemos confirmación", declaró un portavoz de la embajada de Estados Unidos.

La situación de las dos italianas resulta muy confusa ya que hasta ahora ningún video con imágenes de ellas vivas o muertas ha sido divulgado desde que fueron secuestradas el 7 de setiembre pasado.

En Roma, el gobierno considera poco creíbles los dos comunicados sucesivos de ayer anunciando la muerte de las dos cautivas.

A pesar de estos dos anuncios, cuya autenticidad no pudo ser verificada, la duda subsiste sobre el destino de las dos mujeres, de 29 años de edad, que trabajaban para la organización pacifista Un Puente para Bagdad.

Ante la intransigencia de Londres, que se niega a negociar con los terroristas, y la de los secuestradores, que ya mataron a dos estadounidenses, la vida del rehén británico Kenneth Bigley pende de un hilo. (AFP)

Al Sadr rechaza elecciones

El líder radical chiíta Moqtada Al Sadr consideró que no se podrán celebrar elecciones en Irak mientras continúe la "ocupación estadounidense del país", según un comunicado del clérigo difundido hoy por la televisión Al Arabiya.

Al Sadr criticó las afirmaciones del primer ministro interino de Irak, Iyad Alaui, en las que aseguraba que las elecciones se celebrarán a tiempo, en enero próximo, y consideró que el proceso electoral es "una venta de Irak a los sionistas". El clérigo, que ha encabezado dos insurrecciones, reiteró que no piensa participar en los comicios y pidió a sus seguidores que se manifiesten de forma pacífica para expresar su oposición a la celebración de los comicios y a la presencia de tropas extranjeros en el país.