Hoy, con la aparición en el firmamento de la primera estrella, la comunidad judía comenzará a conmemorar uno de sus días más sagrados: el Iom Kipur o Día del Perdón.

Es un día de ayuno en el que se une el cuerpo con el espíritu. El ayuno tiene como función que uno, así como aflige su alma en el arrepentimiento y en la oración, su cuerpo acompaña también, absteniéndose de beber y de comer. Toda la simbología de Iom Kipur ronda alrededor de la idea de que es la dramatización de nuestra propia muerte.

Iom Kipur se inaugura con la oración del Kol Nidre, que significa todas nuestras promesas, fórmula por la cual, con una melodía tradicional en el momento más solemne, se sacan todos los libros de la Torá (de la ley), y se los presenta delante de la comunidad.

El Día del Perdón es una conmemoración que cierra, o sella, un período de diez días que se inició con Rosh Hashaná (cabeza de año, o año nuevo judío 5765).

Hay un período de diez días que se llama Aseret Iemei Teshuva, diez días del arrepentimiento, de la reflexión, en los que se encomienda hacer un balance del alma, lo que significa evaluar las acciones, para lo cual se apela a valores, que son universales, pero que se manifiestan particularmente en la tradición con nombres y símbolos distintivos.

Iom Mazikaron es el día de recordar "que fuimos creados, que somos libres, que somos criaturas, que actuamos con nuestro libre albedrío, y que por lo tanto nos equivocamos, y al recordar, asumimos responsabilidad por lo que hicimos", sostiene la comunidad judía.

Iom Madin es el día del juicio, es el día de presentarse frente al tribunal celestial. "El tribunal atiende en primera instancia en la conciencia, revisando y juzgando", predican.

Iom Teruvá es el día de hacer sonar el shofar, es el cuerno por el cual este sonido despierta la coinciencia, y se hace un paréntesis en las acciones rutinarias y cotidianas entre estos diez días, dedicados a la reflexión y despertar la conciencia, para que el próximo año sea renovado en compromiso.

Iom Harat Olám es el día de la creación del mundo, que es simbólico. Son 5765 años que están celebrando por la genealogía de Adán. Es una tradición espiritual, no sólo judía, tratan de responder el sentido de la creación, y el lugar de cada uno en este mundo.

Los judíos entienden el Iom Kipur con todos estos conceptos que se inauguraron en Rosh Hashaná. Por eso hoy es el día en el cual todo ese trabajo se concluye, y vuelven al templo en un día especial, que no es el único día de ayuno del año, pero es uno de los días más importantes de ayuno.

Piden ser aceptados en el arrepentimiento y la renovación del compromiso, piden el perdón, con el firme propósito de que en el decir y hacer habrá coherencia, de que van a hacer los posible para lograr lo propuesto.

Un momento de extrema sensibilidad, para el pueblo judío, en esta conmemoración, es una oración que se dice por los familiares fallecidos.

El Izcor es la recordación de las almas de los seres queridos fallecidos, que no solamente se hace en Iom Kipur, pero que por su solemnidad tiene una dimensión diferente: al estar sumidos en el ayuno y la oración, recuerdan a los seres queridos, asignándoles la importancia de que están unidos en el amor y en el recuerdo.