Caliente anticipo sobre la discusión de la ley de Lemas
El justicialismo justificó su mora en consensuar internamente los despachos. Las vehementes críticas de la oposición calentaron el ambiente y hubo choques verbales y un conato de agresión. Ahora sí, se tratará indefectiblemente el 7 de octubre.

El ambiente de ayer en torno del Senado remitía, en muchos aspectos, a la recordada sesión de 1990, en que se aprobó la ley de Lemas. Sólo que esta vez no hubo tanta virulencia, ni barras colmadas, ni patotas pagas. Y que la derogación del régimen, a pesar de tener asignado tratamiento preferencial, no fue considerada por el cuerpo.

Carlos Fascendini abrió el fuego, lamentando que los problemas internos del PJ hayan impedido que se produjera el tratamiento para "darnos un nuevo sistema electoral, más transparente, tal como lo señala en su mensaje el propio Poder Ejecutivo".

Sin embargo, su discurso comenzó a endurecerse cuando les recordó a los justicialistas las manifestaciones del diputado nacional Pedro González "que le dio categoría de certificado de impunidad a la ley de Lemas", estimando que si "esa es la razón de su existencia, urge que la deroguemos de inmediato".

Luego de solicitar a los fiscales de la Justicia, "que no se hagan los distraídos, pues sus dichos fueron difundidos profusamente", reclamó el tratamiento de los proyectos, con o sin dictamen de comisión.

Defraudación

A su turno, también el Socialismo, a través de Patricia Sandoz, centró su crítica en las actitudes del justicialismo, que "demoraron el tratamiento de los proyectos de ley" y luego, con estilo pero con fuerza, desnudó las manifestaciones de Pedro González y sostuvo que "esta actitud del PJ es una verdadera defraudación al Poder Legislativo y a la población".

Para el justicialismo, el problema de la mora estuvo radicado exclusivamente en "sostener la unidad del bloque, en la no agresión ante dos posturas distintas y tratar de consensuar, con debate interno, la postura a adoptar en la próxima sesión, en que se tratará con o sin despacho de comisión".

Joaquín Gramajo se quejó bastante del "castigo recibido", especialmente por parte de la prensa, "pese a actuar en función de mis convicciones y mandatos del departamento que represento".

Debates e inconducentes enfrentamientos verbales al margen, la sesión de ayer dejó como saldo destacable que el próximo 7 de octubre sí se tratará el sistema electoral, ya que el tema obtuvo tratamiento preferencial, con o sin despacho de comisión.

Conato

La discusión por el no tratamiento de la derogación de la ley de Lemas generó un debate subido de tono, con argumentos a veces exagerados sobre conductas políticas entre radicales, socialistas y justicialistas.

En un tramo de la discusión, desde la bancada justicialista se interrumpió el discurso de Felipe Michlig, con una referencia inoportuna al problema que se generó con un negocio de su propiedad, cuando era presidente comunal de Ambrosetti hace 6 años.

Al término de la sesión, un colaborador del bloque radical habría interrogado al senador Armando Traferri sobre si él había sido el autor de la chanza, lo que generó una ríspida discusión. "íQué me venís a apretar vos a mí!", reaccionó enfurecido y gritando el senador Traferri, con rostro desencajado. El asesor del legislador radical prefirió no contestar, mientras Traferri lo instaba a seguir la discusión fuera del recinto o hasta fuera de la Legislatura, si es que la polémica no se limitaba a ser sólo verbal.

Poco después se sumó el propio Michlig, en defensa de su personal. Hubo algunos gritos, pero finalmente primó la cordura y el problema -merced en parte a la oportuna intervención de terceros- no pasó de un conato de agresión.

Rechazo

Los miembros del bloque de diputados provinciales del PJ expresaron su "rechazo" a los términos vertidos en distintos medios de comunicación por el diputado Pedro González, referidos a la "honorabilidad en las funciones" de los justicialistas en los cargos públicos.

En un comunicado, advirtieron que "en el debate por un nuevo sistema electoral para Santa Fe, los justicialistas admitimos toda opinión al respecto", al tiempo que recordaron que tanto "quienes quieren conservar la ley electoral en vigencia, como los que consideramos necesaria una propuesta superadora, estamos distantes de intentar encubrir situaciones incorrectas -morales o administrativas- en el desempeño de los cargos públicos".

De este modo, los legisladores reiteraron que "en defensa de los principios de honradez, justicia y democracia con que trabajamos los miembros del justicialismo, rechazamos los términos desafortunados de González".

César Royo