Una particular situación atraviesa el Registro General de la provincia desde las últimas dos semanas. Todo comenzó cuando a mediados de mes, cuatro empleados que pertenecen a la Dirección Provincial de Informática pero que estaban afectados al Registro, fueron notificados por resolución ministerial del cese de sus adscripciones. Según relataron a El Litoral fuentes del personal del área, los cuatro adscriptos intentaron resistir los traslados hasta que finalmente se concretaron.
En ese contexto, se produjo una caída del sistema informático, cuyas causas hoy son investigadas, y que afectó el normal desarrollo de las actividades. Frente a esa situación, los demás empleados del Registro optaron por interrumpir el servicio y no seguir procesando los trámites que requirieran operar con el sistema, a partir de "la inseguridad jurídica" que provocó su caída. Sólo se realizaron algunos trabajos internos, de asesoramiento manual y aquellos trámites que pudieran ser salvados mediante fotocopias.
En las últimas horas, personal y autoridades del Servicio Informático del Ministerio de Gobierno trabajaban en la repartición, intentando verificar el correcto funcionamiento de los programas aplicados.
Según estimaron las fuentes consultadas, el próximo lunes, si las pruebas siguen resultando positivas, se reanudaría de manera normal la atención y el servicio del Registro al público.
Paralelamente y a través de un comunicado, el personal del Registro General deslindó "las responsabilidades que pudieran caber por los inconvenientes y perjuicios que se causaran hasta la reanudación definitiva y total del servicio informático". Del mismo modo hicieron saber que "por medios alternativos" se reinició la entrega de documentación ingresada con anterioridad a la suspensión de las tareas.