La historia y los desafíos para el futuro de Santa Fe

Ana María de Dallo, Graciela Hornia, Carlos Reinante y Gustavo Vittori miraron el pasado y el futuro santafesino. FOTO: FLAVIO RAINA.. 

En la Bolsa de Comercio, un panel analizó el futuro de la ciudad. El debate fue organizado por Casafe, para reflexionar sobre la cultura de nuestra ciudad.

El tema propuesto por Casafe fue "Formación histórica y desafíos futuros". En la Bolsa de Comercio se desarrolló el panel integrado por Ana María Cecchini de Dallo, Graciela Hornia, Carlos Reinante y Gustavo Vittori, quienes expusieron con diversidad de matices.

La Lic. Dallo comenzó relatando brevemente la historia de la ciudad desde su fundación, los objetivos de Juan de Garay, y los inconvenientes que se tuvieron que afrontar con la mudanza hasta el actual asentamiento. "Lo que determinaba el emplazamiento de la ciudad era el río, y en el río, un puerto. El objetivo de Juan de Garay era abrir puertas a la tierra", sostuvo.

Hizo alusión a un párrafo de Luis María Calvo en el cual se destaca la evidente continuidad que tuvo Santa Fe después de una mudanza que duró más de cuatro siglos, y en la cual se respetó fielmente la presencia de todos los edificios emblemáticos que sus habitantes desearon conservar.

Dijo que le gustaría que en el momento de reconocer como patrimonio de la humanidad a las Ruinas de Santa Fe la Vieja, se viera más allá y se reconociera esta situación indivisible que tienen ambas ciudades, donde una implica a la otra.

ALGO MÁS QUE ARQUITECTURA

El arquitecto Carlos Reinante fue el siguiente disertante e invitó a los santafesinos a tomar conciencia de que Santa Fe tiene mucho para dar. "Tengamos convicciones de que esta ciudad merece ser vivida, y que estamos para más, las cosas que tenemos son muy hermosas, y todo está al alcance de la mano".

Desde su perspectiva, lo que le falta a Santa Fe es "crecer en armonía, todas las ciudades lo pudieron hacer, debemos entender que la ciudad se construye por capas. Santa fe no pudo construir su ideario, no fuimos capaces de encontrar nuestros pequeños éxitos. Los rosarinos supieron construir un ideario, tres burgueses de esa ciudad compran un Rembrandt para el museo, nosotros tuvimos burgueses que regalaron un museo.

"A edificios como el correo y la estación de colectivos hay que inyectarles arquitectura de calidad. Es hora de empezar a escribir, de comenzar a redondear las letras, de colocar los resaltadores y los subrayados. Debemos poner énfasis en los espacios públicos, allí se sedimentan todos los gestos de la sociedad, si nosotros fuésemos juzgados a futuro, no va a ser por las lindas casas que nos construimos, sino por los espacios públicos que pudimos afianzar".

RECORDAR PARA CRECER

"Yo no hago historia, hago memoria, para descifrar lo que somos a la luz de lo que ya no somos, porque la identidad se hace desde la memoria". A través de postales y recuerdos Graciela Hornia sostuvo este argumento.

"El presente es el fin de un origen que se retoma para armar el futuro. Lo arquitectónico como sitio existencial, como escenario de rituales y puestas en escenas, como organismo vivo, nos deja vivenciar aquellos que lo generaron y lo habitaron, y las postales antiguas nos permiten saber dónde sientan el pie y completan sus imaginaciones y fantasías.

"Posibilitan reconstruir el espacio como acontecimiento, la ciudad como un todo simbólico, la arquitectura local como sitio existencial donde congregan los vecinos sus tácticas y visiones; porque toda ciudad es siempre espacio simbolizado, toda ciudad es plural y existe en la imaginación, los recuerdos de cada uno de nosotros, sus habitantes".

UN FUTURO PRÓSPERO

Al hablar del futuro de la ciudad, el Dr. Gustavo Vittori destacó que "la escala de los negocios en estos momentos es mucho más grande que la que se dio en tiempos pasados. Creo que el destino va a ser mucho mejor, si es que hacemos bien las cosas.

"El desarrollo de la agricultura de todo el norte argentino, así como en Brasil, Paraguay y Bolivia, le abre a Santa Fe una posibilidad muy interesante de volver a convertirse en un puerto de transferencias de cargas, en la producción agrícola y de hierro.

"Santa Fe tiene un destino, más allá de todas las dificultades que ha tenido que afrontar". Aseguró que la gran falla de los argentinos es la incapacidad para dialogar. "Si podemos dar el salto y articular acuerdos duraderos, articular el sector privado y el sector público que han vivido divorciados, creo que tenemos las herramientas en las manos para poder convertirnos de nuevo en una tierra de recepción de gente con problemas en distintos lugares del mundo".