Condenan a la banda que en 2002 "rescató" a un preso

Archivo El Litoral. La libertad para el preso fugado y su banda duró poco. En menos de 24 horas y a través de un espectacular operativo, la policía los detuvo en una casa de Santo Tomé.

El fallo del juez Frois alcanza a seis personas. Aquel hecho ocurrió el 28 de noviembre de 2002, en inmediaciones de Tribunales. Dos guardiacárceles fueron sorprendidos y despojados de sus armas.

El juez de Sentencia Mauricio Frois condenó a los integrantes de una banda que el 28 de noviembre de 2002 "rescató" a un preso que era trasladado por personal del Servicio Penitenciario en inmediaciones de Tribunales, más específicamente en General López 2700.

Aquel día, el preso Raúl Oscar Saavedra, detenido por su participación en el atraco cometido el 7 de marzo de 2001 en el Colegio de Escribanos -que resultó un fracaso para los delincuentes-, fue "rescatado" a través de un verdadero golpe comando.

Los dos guardias del Servicio Penitenciario que acompañaban a Saavedra fueron sorprendidos por cinco hombres que, en cuestión de segundos y a cara descubierta, los amenazaron con armas de grueso calibre y los obligaron a dejar en libertad al detenido.

Una vez que Saavedra estuvo libre, todo el grupo ascendió a un Peugeot 405, pintado con los colores de un taxi de Buenos Aires, con el que partieron hacia Santo Tomé. Pero las horas en libertad para Saavedra y su banda estaban contadas.

Los delincuentes se escondieron en una casa sin saber que, muy cerca de allí, vivía un policía. Por eso al día siguiente y en un espectacular operativo del que participaron más de 100 uniformados, se allanó el inmueble y todos fueron detenidos.

En marzo de 2003, la Sala III de la Cámara de Apelación en lo Penal confirmó el procesamiento dictado contra la banda y, en las últimas horas, el juez Frois condenó a los integrantes del grupo.

Saavedra, que ya cumplía una pena de 14 años de prisión, se le extendió el castigo por año; Ariel González fue condenado a cinco años por robo calificado -les quitó las armas a los guardiacárceles- y partícipe principal de evasión agravada por el uso de armas; Julio Toscano recibió una condena de 6 años; Fabián Tutino y Carlos Brites, cinco años; y Félix Zacarías, tres años.

En este último caso, no participó del robo de las armas a los agentes del Servicio Penitenciario.

El abogado defensor de Brites y González, Dr. Ricardo Bernárdez Varela, se mostró satisfecho con la sentencia contra sus clientes, al sostener que "resulta de un alto grado de razonabilidad y justicia porque, más allá de la condena, el juez los absolvió de los delitos de supresión de marca y número de las armas, y tenencia de munición de guerra".

Es que, según el magistrado, no se puede probar si las armas encontradas en poder de los condenados ya tenían los números de serie previamente borrados o fueron ellos mismos los que llevaron adelante este procedimiento.