La Canasta Básica Total (CBT) para una familia tipo aumentó en setiembre un 0,59 % contra agosto y alcanzó los $ 734,49, en sintonía con la suba del 0,6 % en el nivel general de precios registrada en el mismo mes.

La CBT, que marca la línea de pobreza para el grupo familiar promedio del país, se incrementó en la misma medida que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que fija el límite de indigencia y que también repuntó un 0,59 % hasta los $ 335,39.

Las cifras fueron difundidas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y corresponden a un hogar tipo de 4 miembros, compuesto por un jefe varón de 35 años, su esposa de 31 años, un hijo de 5 y una hija de 8 años.

En agosto, la CBT había alcanzado los $ 730,17, que fue lo que necesitó una familia para comer, viajar y comprar algo de ropa; en tanto que la CBA llegó a $ 333,41, lo mínimo para cubrir sólo los requisitos alimentarios más elementales.

Un año atrás, en setiembre de 2003, la CBT valía $ 716,17 y la CBA costaba 324,06, informó el Indec.

La suba del 0,59 % en setiembre fue inferior al incremento registrado en agosto respecto de julio, cuando la CBA aumentó 1,7 % y los valores de la CBT crecieron un 0,74 %.

De hecho, el aumento de la canasta estuvo en línea con el repunte del 0,6 % en el nivel general de precios, mientras que agosto había duplicado a la inflación, que había sido del 0,3 %.

El nuevo impulso de los precios durante el mes pasado fue fogoneado por el rubro de indumentaria, que trepó un 4,6 % por el cambio de temporada.

También incidió el aumento en los alimentos generado por las expectativas en torno del proyecto para rebajar a la mitad la alícuota del Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre los alimentos, que finalmente descartó el ministro de Economía, Roberto Lavagna.

Con el objetivo de absorber una parte de la rebaja para sus propios márgenes, los empresarios y comerciantes introdujeron aumentos que alcanzaron el 1,4 % en la primera mitad del mes, que luego rebajaron, aunque no en la misma medida.

De acuerdo con las cifras oficiales, la cantidad de hogares por debajo de la línea de pobreza en el primer semestre de este año llegó al 33,5 % del total, contra el 42,7 % de igual período de 2003.

Las personas pobres representaron en cambio el 44,3 % del total, casi 10 puntos porcentuales por debajo del 54 % del año pasado.

Por otra parte, los hogares por debajo de la línea de indigencia llegaron en el primer semestre al 12,1 %, contra el 20,4 % de los primeros 6 meses de 2003.

Esos porcentajes significan que en la primera mitad de este año había 2.316.000 hogares pobres y 10.322.000 personas en esa condición.

De ese conjunto, 835 mil hogares se encontraban a su vez bajo la línea de indigencia, y 3.960.000 personas revistaban en esa categoría.

El hecho de que la pobreza tenga mayor incidencia entre las personas que entre los hogares se explica porque en promedio los hogares pobres tienen más miembros que los que cubren sus necesidades básicas, precisó el Indec.

Según un informe de la consultora Latin Panel, por primera vez en todo 2004, en agosto el consumo se estancó en el interior del país respecto del mismo mes de 2003, mientras que en Capital Federal y el Gran Buenos Aires hubo una caída interanual del 6 por ciento, lo que en conjunto produjo un descenso a nivel nacional del 2 por ciento.

El documento señala que Capital y GBA profundiza así la tendencia negativa de los últimos tres meses, ya que cayó 3 por ciento tanto en mayo como en junio, y un 2 por ciento en julio.

De todos modos, en los primeros ocho meses del año el promedio de volumen de consumo a nivel nacional es un 4 por ciento superior al del mismo período del año pasado; lo que se explica principalmente por la suba del 8 por ciento registrada en el interior del país en ese período.

En el acumulado de los cuatro primeros bimestres, la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires empalidecen respecto del interior: no registran variación en su volumen de consumo respecto de 2003.