El principio del fin del default
El acuerdo con las AFJP le aseguró al gobierno un buen piso de negociación. Las administradoras recibirán menos quitas y beneficios contables. Los puntos clave. Refinanciación a 42 años.

Buenos Aires.- Hay varias dudas respecto del resultado de mediano plazo del acuerdo alcanzado entre el gobierno y las AFJP para canjear sus bonos en cesación de pagos por nueva deuda con quita, pero es innegable que ese paso representa el principio del fin del peor momento de la economía argentina en relación con el resto del mundo: el default.

Las dudas tienen que ver con la puerta que se abre a planteos de ahorristas defaulteados del exterior, que pueden alegar trato discriminatorio contra el gobierno argentino por haber favorecido a las AFJP con menores quitas y beneficios contables. Al mismo tiempo, hay dudas de largo plazo asociadas a la capacidad de las administradoras de garantizar a sus afiliados una performance financiera razonable, que luego les permita cumplir con las obligaciones jubilatorias. No hay que olvidar que más del 70 % de la deuda con las AFJP será refinanciado a 42 años, es decir una porción importantísima del ahorro de los aportantes privados son papeles de deuda argentina a honrarse en el 2046.

Desde la perspectiva de la renegociación total de la deuda en default, sin duda es un buen comienzo, porque el canje con las AFJP fija un piso del 20% de aceptación, porque ese piso arrastrará a otro 10 % de acreedores institucionales con base en la Argentina, y porque entre el 5 % y el 7 % de acreedores individuales con domicilio en Argentina también se sumaría a esta corriente impulsada por las AFJP. En total, el gobierno estaría en condiciones de garantizar entre el 35 y 40 % de aceptación sólo con esta jugada.

La mesa que ayer reunió al presidente con las AFJP no sólo es una señal importante porque muestra al mundo un acuerdo por la deuda que empieza a caminar, sino porque allí no estaban los gerentes de las AFJP, sino los banqueros que controlan sus paquetes accionarios, pesos pesados del Grupo BBVA, de Citibank y de HSBC que tienen influencia definitoria en los mercados globales.

Puntos clave

Con respecto a las mejoras que el gobierno puso sobre la mesa para aceitar el mecanismo de este acuerdo con las AFJP hay que analizar dos puntos clave:

1) Dado que se consolida la pérdida del orden del 30% que los aportantes privados sufrieron a consecuencia de la devaluación, es aceptable que el trato diferencial a las AFJP se interprete como una forma de no castigar tanto a los que están afiliados a una administradora privada.

2) Al mismo tiempo, esta mejoría de la propuesta inicial implica para los acreedores externos una señal de aliento a mayores reclamos por menores quitas, mejores tasas, acortamientos de plazos y, sobre todo, pagos cash por adelantado. Si el gobierno no lo ve así, debería bastarle una ojeada a las instantáneas repercusiones en ese sentido que el acuerdo con las AFJP generó en el mundo exterior.

Al mismo tiempo, queda abierto el interrogante sobre qué harán los 9 millones de aportantes al sistema de AFJP, muchos de los cuales pueden considerar insuficiente el arreglo con el gobierno y acudir a la Justicia para reclamar por dineros legítimos pero inexistentes.

EN CIFRAS

9 millones. Es la cantidad de afiliados a las AFJP.

120. Son los días en que se suspenderán los traspasos.

U$S 2.600 millones. Es el total de Letes que se canjearán por bonos de corto plazo.

U$S 13.600 millones. Es lo que recibirán en bonos cuasi-par.

Sensación de alivio entre los afiliados

En principio, los nueve millones de afiliados a las AFJP no sufrirían nuevos impactos negativos sobre sus cuentas de capitalización a partir del acuerdo alcanzado entre el gobierno y las AFJP, ya que se mantendrán los saldos actuales en sus cuentas.

Ese sector ya tuvo el golpe más duro. Fue cuando debió aceptar inexorablemente la pesificación de sus tenencias tras la devaluación, a 1,40 peso más CER.

Esto hizo que mientras a diciembre de 2001 los fondos de las administradoras sumaban poco más de 22.100 millones de pesos o dólares, tras el canje rondaban los 16.500 millones de dólares.

Debe señalarse que el hecho de que no haya un nuevo perjuicio será posible gracias a que el gobierno introdujo un cambio clave en la oferta realizada a las administradoras: le canjeará sus títulos actuales por otros que serán contabilizados por la AFJP a su valor de vencimiento y no al precio de mercado.

En consecuencia, los saldos de las cuentas de los afiliados, que ya habían sido valuados a 1,40 peso más el coeficiente CER, continuarán sin cambios, más la tasa de interés correspondiente, durante un período de al menos 5 años.

Los nuevos bonos no podrán ser transferidos por un año y deberán ser contabilizados por las AFJP a su valor técnico y no de mercado. Se especula que al no reflejarse una nueva quita sobre la pesificación aplicada durante la crisis, se estima que los afiliados no pondrán reparos al canje, aunque no se descarta que se presenten algunas demandas.

Además, con esta disposición se evitaría que las AFJP reflejen la quita por el canje en el patrimonio de los fondos. Hasta que se complete este proceso de valuación y contabilización, se suspenderán por 90 ó 120 días los traspasos de afiliados entre las AFJP.

Opiniones

Según el especialista en temas previsionales, Daniel Marcú, los valores de las jubilaciones privadas se respetarán y no habrá pérdida para los afiliados.

Marcú dijo al respecto que "el acuerdo no es una ventaja para las administradoras sino para los 9 millones de afiliados".

En cambio, el representante de los ahorristas, Nito Artaza, y el presidente de la Asociación Civil de Defensa Ciudadana, Fabián Bergenfeld, anticiparon que plantearán ante la Justicia la acción de inconstitucionalidad del decreto del Poder Ejecutivo. "Se pretende confiscar parcialmente a los aportes pertenecientes de 9 millones de afiliados", señalaron los directivos.

Darío D'Atri