En exposición

En el hall de ingreso a la Escuela Provincial de Artes Visuales Prof. Juan Mantovani, 9 de Julio 1825, se exhibe, desde días atrás, una colección de obras de Stella Maris Brieva, quien reúne al conjunto de los trabajos bajo el apelativo de "Dibujos y Pinturas".

La constante destacada de un espíritu de búsqueda, con la presencia de alternativas opuestas campea en la colección expuesta. Así, es posible apreciar trabajos desarrollados con criterio de planimetría fracturada en sentido vertical, con el parcelamiento de figuras y escenas separadas por remarcados trazos, desarrolladas en secuencias en función de la arquitectura de un ritmo visual ajustado a la connotación expresivo-crítica que se busca; como otros en los cuales se confronta el plano con la idea de profundidad en "embudo".

El marcado diseño de las imágenes se resuelve ocasionalmente en insólitas yuxtaposiciones y contraposiciones de plano y volumen, todo ello puesto con firmeza, sin pasajes intermedios que permitan lecturas de parsimonioso recorrido. El criterio de inmediatez y subrayado impacto visual se destaca en forma constante en estos trabajos que mixturan el dibujo con la pintura, resolviéndose en todos los casos a favor del primero toda vez que el ocasional color está puesto, agregado, para destacar el diseño o provocar el contraste entre imágenes.

La apelación al volumen se produce con los procesos de construcción en diagonales convergentes y desarrollo de planos grisados, definiendo la corporiedad tridimensional de cuerpos, rostros y espacios sin solución de continuidad.

A lo dicho debe agregarse el encolado, modelado y adherencia de instancias constitutivas de la resolución que se busca.

La multiplicidad de instancias y efectos plásticos a los que recurre la autora restan la posibilidad del encuentro inesperado y sorprendente entre obra y observador, pues todo está dicho sin sutilezas y a un mismo tiempo, de manera que al primer impacto se comprende aquello que se exhibe rápidamente. El recorrido visual se centra entonces en los procedimientos técnicos seguidos y sus resoluciones formales, obviándose el "sustratum" de la obra, aquello a lo que la autora se refiere, en suma al llamado "contenido".

La contundencia expresiva manifiesta y la intencionalidad de Brieva en su discurso visual resultan explícitas en todos sus pasos y hacen de sus dibujos imágenes recortadas en las cuales la línea o el esfumado se constriñen a los límites impuestos por el enfático diseño, obviándose los aspectos propios de la apreciación subjetiva de cada pieza. Ellas están allí y de tal modo que resulta imposible sustraerse a las mismas.

La libertad de la exploración expresiva, la aventura de crear, es un aspecto que no entra en discusión alguna en tanto hablemos de las artes plásticas, y ello dicho desde un siglo a esta parte. Salirse de los carriles impuestos presupone ciertamente, romper con moldes y ataduras; permitirse la imaginación es internarse en el camino de las metáforas que ocasionalmente traducen la pura poesía plástica que hace de las artes visuales un discurso esencial de la cultura universal. Para ello es necesario poseer un "alfabeto específico". Y herramientas propias del arte, pues nunca se crea "desde la nada". Así y todo, en bien de la coherencia del discurso visual y su real contundencia expresiva -que es lo que implícita y explícitamente persigue la autora- se exige un ponderado equilibrio en cada unos de los tramos, pues poner "todo" y a "un mismo tiempo" y "lugar" en un acotado espacio termina por abrumar antes que conmover. La capacidad de trabajo evidente en la expositora sobrepasa su intencionalidad expresiva anulando hipotéticos logros en tanto no equilibra su discurso visual que eventualmente puede ser leído como xilografía, un género en el que valdría la pena incursionar a modo de experimentación y clarificación de los objetivos plásticos de la expositora.

Domingo Sahda