La cuestión reglamentaria

Aprovechando la mayoría y con interpretaciones de dudosa legitimidad, el justicialismo aprovechó lo que consideró una situación no prevista en el reglamento -siempre tan desactualizado como antiguo- que faculta a la mayoría del cuerpo a interpretar y otorgar acuerdo a la resolución que se adopte por mayoría.

En el Art. 192 del reglamento del Senado, que no fue leído ni tenido en cuenta, dice textualmente que "ningún senador puede abstenerse de votar".

Por una razón que no parece muy comprensible, se utilizó el artículo 184 del Reglamento de la Cámara de Diputados, que también refiere a las abstenciones.

El 184 dice: "Ningún diputado podrá dejar de votar sin permiso de la Cámara y en ese caso, sólo serán considerados a los fines del quórum".

En cambio, se aplicó luego un artículo del reglamento del Senado que define los votos positivos y negativos. Es el Art. 189° del Senado que dice en relación con los votos: "Toda votación se reducirá a la afirmativa o la negativa", es decir para esta interpretación, las abstenciones no constan a la hora de sumar votos.

El grupo que firmó junto con Joaquín Gramajo, el proyecto reformado de la ley de Lemas, solicitó y obtuvo las siete abstenciones, aunque votaron en general cuando se leyó, el proyecto de régimen mixto que estaba en tratamiento.

En igual sentido y con la esperanza de demostrar la debilidad de los votos positivos, los cuatro representantes de la oposición también se abstuvieron, con lo cual el proyecto finalmente aprobado, obtuvo sólo 8 votos a favor y 11 abstenciones.

La interpretación del justicialismo fue que 8 votos era mayoría, en tanto que la oposición sostuvo lo contrario, tomando como base el artículo 42 de la Constitución, pero tal tesitura fue rechazada.

Ese Art.42 -norma superior rango por ser de la Constitución Provincial- en el ácapite de Normas comunes a ambas Cámaras, dice respecto del quórum y la mayoría. "La decisiones de las Cámaras son válidas si está presente la mitad más uno de sus miembros y son adoptadas por la mayoría de los presentes". Hubo asistencia completa, es decir 19 senadores, en consecuencia, la oposición sostuvo que el proyecto para ser aprobado debía tener 10 adhesiones.

Con la interpretación dada a las abstenciones, que se relataron aparte, se hizo caso omiso del áspero reclamo de la oposición y hasta se los invitó a que hicieran sus reclamos en sede judicial.

Opinión: lamentable

La jornada de ayer en el Poder Legislativo fue de alto voltaje político; exagerados discursos y decisiones poco felices como por ejemplo, la consagración en forma ficta de los tres candidatos a integrar el Tribunal de Cuentas. La Cámara de Diputados no sesionó por falta de quórum y en el Senado se dio media sanción a un proyecto que hace peligrar la derogación de la ley de Lemas, con el agravante de haber forzado una interpretación reglamentaria de dudosa legalidad.

Quedó claro, una vez más, que no se puede seguir utilizando un reglamento confuso, desactualizado y que urge poner en marcha una comisión, de las muchas que nunca se reúnen para tratar proyectos, con el fin de que se aboque al tema.

Tal como se venía informando, el justicialismo, al hacer el recuento de sus votos -según nos lo expresaron varios senadores- advirtió que no tenía número suficiente para consagrar los tres pliegos y optó por "balconear" desde despachos cercanos y bares, mientras la vicegobernadora María Eugenia Bielsa se defendía sola de las críticas de la oposición, que le pidieron que utilizara la fuerza pública para obtener el quórum necesario.

La sesión de la Cámara de Diputados, también fracasó por la ausencia del bloque mayoritario, en tanto que en el Senado el tratamiento que tuvo el proyecto de modificación del régimen electoral no fue adecuado: no fue considerado en ninguna comisión y el texto que finalmente se aprobó, no tuvo el consenso ni la difusión necesarios para una ley de tanta importancia en la vida institucional de la provincia.

Se habló mucho más de las bondades de tal o cual partido o candidato que de los fundamento de los proyectos en carpeta, tres de los cuales tenían que ver con el sistema electoral.

Fue importante que el justicialismo no se encolumnara detrás de un solo proyecto, pero esta situación quedó bloqueada por una serie de actos y actitudes que no apuntan a la jerarquización del Poder Legislativo.

César Royo