Deuda: gestiones decisivas ante acreedores europeos
Contactos en Alemania. Acuerdo con compañías de seguros y fondos de inversión.

Comenzó una semana clave para la renegociación de la deuda argentina. Desde hace algunos días, Economía prepara los mecanismos de depósito de los nuevos bonos que se emitirán para salir del default, y para el fin de esta semana enviaría el prospecto definitivo a los Estados Unidos, para lanzar la oferta de canje durante la primera quincena de noviembre.

Fuentes del Palacio de Hacienda precisaron que el detalle definitivo de la oferta se enviará a la US Secutiries & Exchange Commission (SEC), en Washington, entre el lunes 25 y el viernes 28 de este mes.

Pero mientras se definen estas cuestiones, el Palacio de Hacienda, el sindicato de bancos asesores y los abogados asesores del gobierno trabajan en los instrumentos para la colocación de los nuevos bonos, que generalmente se liquidan a través de los sistemas Euroclear y Clearstream, en Europa, y la Reserva Federal, en Estados Unidos.

Por su parte, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, dialogaba hoy sobre la oferta con sus pares del grupo de los 20 -la reunión se realizaba en Francfort, Alemania-, con objeto de preparar el encuentro ministerial previsto para el 20 del mes próximo.

Según varias publicaciones, Nielsen -acompañado por el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce- estará atento al cierre de la negociación con los inversores institucionales locales. En ese sentido, el mayor foco de conflicto gira en torno del pedido de los bancos de lograr que se mantenga después del canje el "privilegio" que significaba aplicar al pago de impuestos el bono patriótico emitido en 2001.

Gestión clave

Por otro lado, Nielsen y su equipo deben confirmar si, tal como trascendió, los nuevos bonos se emitirían con fecha del 1° de enero de este año -en lugar del 30 de junio-, en caso de que la participación de los bonistas supere el 70 por ciento.

La gestión de Nielsen será clave, ya que se entrevistará con funcionarios de países que realizaron fuertes objeciones a la oferta argentina, como Italia y Alemania.

Los encuentros que comenzaron hoy son el paso previo a la gira que realizarán funcionarios del Palacio de Hacienda para presentar formalmente la propuesta de canje en el exterior, prevista para el mes que viene.

Como se sabe, el gobierno ya logró la conformidad de las AFJP, con lo que consiguió un 20 por ciento de adhesión a la propuesta, y ahora estaría a un paso de lograr que las aseguradoras y fondos de inversión locales se sumen. Si lo consigue, la adhesión rondaría el 45 por ciento y tendría así una buena base para salir a discutir con los acreedores externos.

Advertencia

En otro orden, el economista jefe para mercados emergentes del ABN AMRO Bank, Arturo Porzecanski, estimó hoy que será "bastante difícil" que la oferta del gobierno para reestructurar la deuda en default logre un grado de aceptación "muy importante" entre los acreedores del exterior.

Según dijo, "una cosa es llegar a un acuerdo con las AFJP o los bancos locales. Y otra, muy distinta, es negociar con cientos de miles de bonistas desparramados por el mundo, que van a luchar muy fuerte para minimizar sus pérdidas", subrayó.

En declaraciones radiales, Porzecanski advirtió que "estamos frente a un proceso de discriminación que no es justo, y creo que hasta la Justicia podría considerar que no es válido. La impresión es que no habrá un grado de flexibilidad necesario para atraer y entusiasmar a un porcentaje muy importante de acreedores del exterior. Dejar afuera a un 30 por ciento de los bonistas no es chiste", concluyó.

Otro acuerdo

En las últimas horas quedó definido un plan para las compañías de seguros, a las que se les permitirá contabilizar los nuevos bonos que reciban a valor técnico, lo que mejoraría su posición en los balances.

En caso que el gobierno alcance también un acuerdo con los bancos, el canje arrancaría con un frente interno consolidado y un piso mínimo de aceptación del orden del 40 por ciento. Esto sería utilizado como herramienta para ganar la adhesión a los bonistas externos más duros, que de esta forma tendrían menos margen de maniobra para mantener su rechazo, cuestiones que sería presentada por Nielsen en su ronda de encuentros en Alemania.